Barcelona es esa ciudad en la que se puede acceder a todo lo que uno necesite, pero la calma, el silencio y el relax, a veces es lo más difícil de encontrar. En esta casa unifamiliar de 200 metros cuadrados, Pía Capdevila ha conseguido transformar y adaptar sus espacios para crear un ambiente funcional diseñado para el descanso y el confort sin renunciar a la estética. Los propietarios necesitaban adaptar los espacios para que se ajustaran mejor a sus necesidades, por lo que se tuvo que reorganizar el plano de la casa para añadir una tercera habitación y mejorar así la comodidad de la familia.
La interiorista terminó optando finalmente por la opción más conveniente: extender el forjado de la entrada para obtener metros adicionales y así incorporar una tercera habitación. "Aunque exploramos múltiples opciones, esta solución fue la adecuada, ya que se alineaba con la disposición existente de ventanas y ventilaciones, permitiendo que la nueva estructura se integrara de manera natural con el resto de la casa", detalla Pía.
Para el mobiliario de la vivienda, se aprovecharon piezas de su antigua casa, integrándolas al nuevo espacio con mucha naturalidad. Además, se diseñaron muebles a medida para maximizar el almacenamiento y manteniendo la coherencia estilística. ¡Te enseñamos el resultado!
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