Todos los espacios de la casa son importantes, por lo que es importante sentirse a gusto en cada uno de ellos. Un salón en el que puedas descansar cómodamente, una cocina bien organizada y limpia, o una oficina en la que te sientas más concentrado, o un recibidor práctico. Estas son algunas señales de que tienes un buen Feng Shui, ¿pero y si haces un mal Feng Shui? Esta técnica milenaria permite eliminar malas energías de la casa y conseguir un espacio más calmado. Pero conseguir un buen Feng Shui no es fácil, y hay que eliminar algunos hábitos. La buena noticia es que contamos con la ayuda de Astrid Izquierdo de @sincronia_integral y autora del libro El pequeño libro del Feng Shui que nos cuenta cuáles son algunas de las señales de que tienes un mal Feng Shui en casa.
Y en el siguiente vídeo, te mostramos las 7 claves de Feng Shui en la decoración que puedes aplicar en toda tu casa para lograr la armonía y paz que necesitas respirar en tu hogar.
1. Tener la puerta principal en mal estado
La zona de entrada a una casa debe estar siempre bien cuidada, desde el mueble del recibidor, las flores que añadas, y hasta la puerta. Según Astrid Izquierdo, "una puerta en mal estado con bisagras que chirrían, o excesivamente pesada que no abra con facilidad, puede desgastar poco a poco tu energía". Recalca Astrid que es siempre muy importante "que la puerta principal esté en buen estado".
2. Un espejo que refleje el exterior
Los espejos solo pueden servir para tres cosas: mirarse antes de salir de casa, reflejar todo lo que esté en el interior y dar profundidad a una habitación. Lo que no pueden hacer los espejos, según el Feng Shui, es reflejar algo del exterior. "Un espejo enfrentado a la puerta principal que refleje la escalera comunitaria, o la puerta del vecino. Asegúrate de que la energía del exterior se queda fuera y no se refleje en tu interior. Protege el interior de tu hogar como el lugar sagrado que es", comenta Astrid.
3. Poca luz natural y mala ventilación
La luz natural es uno de los elementos más importantes de cualquier casa porque aporta bienestar. Las estancias parecen más vividas y acogedoras. Si no cuentas con buena iluminación y poca ventilación es una señal clara de que tienes un mal Feng Shui. Según Astrid, "una casa con poca luz natural y mala ventilación puede generar sensación de ofuscación y bloqueo".
4. Humedades
Las humedades son unos de los grandes problemas de las casas y una amenaza para la salud. Para Astrid, es una señal de mal Feng Shui. Si tienes, es hora de arreglarlas cuanto antes acudiendo a un profesional. No sirve de nada pintarlas, hay que solucionarlas de raíz para que no vuelvan a aparecer. "Además de mal olor, provocan la proliferación de ácaros y hongos pudiendo ocasionar problemas en las vías respiratorias y otras incomodidades".
5. Desorden
El desorden es sinónimo de caos y malestar. También de que tienes un mal Feng Shui en casa. "El desorden y la acumulación en una casa, es igual a una mente desordenada. Genera falta de foco y dificultad para conseguir tus objetivos". Además, el desorden también puede ser una forma de esconder emociones, "entre ellas el miedo o la culpa", dice Astrid.
6. Pérdidas de agua
Un grifo que gotea o una cisterna que no cierra correctamente supone una gran pérdida de agua al día. No solo esto afecta al medio ambiente y a tu factura del agua, sino también a la energía de la casa. Según Astrid Izquierdo es una señal de mal Feng Shui: "Pérdidas de agua en grifos, bañeras, duchas o cisternas pueden ocasionar mal Feng Shui si no se arreglan y pérdidas de dinero".
7. Trabajar de espaldas a la puerta
Trabajar, estudiar o leer de espaldas a la puerta es sinónimo de mal Feng Shui. "Disminuye la concentración y rendimiento. Una mala ubicación es sinónimo de mayor dificultad para realizar la actividad que quieras desarrollar. Busca siempre situarte en la zona de mayor control del espacio, donde tengas mayor visión de la puerta. En Feng Shui, a esto se llama 'zona de poder' porque aporta más energía, se trabajará más relajado, enfocado y con menos desgaste".
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