Descubrimos el recibidor de la casa de Natalia Zubizarreta: pequeño, encantador y con mil ideas para copiar / VIDEO Y FOTOS

¡Hola! Soy Natalia Zubizarreta, interiorista, y hoy quiero enseñaros la entrada de mi casa. [En el vídeo sobre estas líneas lo podréis ver mejor] Vivo en un piso de 90 m² con dos habitaciones y dos baños en Getxo, mi municipio de toda la vida, concretamente en un barrio residencial llamado Neguri, muy cerca del mar. Es en esta zona donde los grandes empresarios de la industria del siglo XX hicieron sus casas con un marcado estilo inglés clásico, de ahí que la fachada de mi casa, tenga ese estilo también. Por ello, para ser respetuosa con el estilo de la zona, busqué un estilo clásico en mi casa.

Cómoda de Amarillo Albero Vintage. Espejo de Eichholtz. Flores de MARKET BILBAO.

Mi truco para ganar calidez

Para dotar al piso de ese estilo clásico que comentaba, aposté, entre otras cosas por  enmoquetar toda la casa, desde la entrada. Los antiguos propietarios de este piso eran una pareja mayor que lo tenían bien mantenido, pero desactualizado. Para adaptarlo a mis gustos, en primer lugar, abrí el acceso desde la entrada al salón, quitando las puertas existentes y ampliando el arco de paso.

Me encantan los papeles pintados y están prácticamente en la totalidad de mi casa, porque son otro elemento para dar calidez. En el hall, aposté por un papel tejido de lana de rayas. El resultado es un recibidor entelado, sin la necesidad de esta mano de obra tan complicada, sino que va pegado sobre un soporte de papel y se encola.

Mi abuelo fundó una importante empresa de maderas en la zona y me crié entre talleres de carpintería. Recuerdo perfectamente el olor a serrín de mi infancia, por lo tanto, para mí la madera supone mucho a nivel emocional y por supuesto también a nivel decorativo. No concibo un interior sin madera, de la forma que sea, de ahí que en mi casa encuentres madera en diferentes formas en cada esquina. Entre ellas, piezas de mobiliario antiguas recuperadas, como la cómoda de madera del hall, que originalmente era oscura y brillante y que conseguí recuperar. Junto con el espejo, y las puertas recuperadas, creo que el resultado es muy acogedor, como a mí me gusta. ¿Y a vosotros? ¡Otro día os enseño más estancias de mi casa!