Un piso pequeño y estiloso decorado con el método de Marie Kondo siguiendo las manías y aficiones de su joven propietario // CON PLANO Y VÍDEO

La pared principal está vestida con una composición de cuadros, y así, al llegar a casa no tienen una pared blanca enfrente. "A mí me encanta vestir las paredes del pasillo con cuadros para darle personalidad y vida al hogar", comenta Amaia. "La entrada es lo primero que vemos al llegar a casa por lo que es primordial darle la misma importancia que a las demás estancias, ya que puede influenciar en nuestras emociones", añade. 

Al diseñar el salón, además de darle un estilo único, la interiorista tuvo muy en cuenta la pasión por la música del cliente. Así pues, puso las guitarras eléctricas a la vista y los elementos de música en el suelo al lado de la tele, para darle personalidad y hacer que la casa sea completamente de su estilo.

“Como consultora oficial de Marie Kondo, no recomiendo nunca que la casa esté vacía, a no ser que quieras tenerla así, sino que recomiendo dejar solamente los elementos necesarios y los que te generan felicidad”, admite la consultora. De esta manera, le dio un toque desenfadado al salón, que iba muy acorde con la personalidad del dueño.

Lo que tenía claro el cliente era que el salón estuviera mirando hacia los ventanales, por lo que la televisión quedó en segundo plano. Así que la interiorista tuvo que inventar una solución y añadieron una viga de hierro IPN para colocar la tele. Con esta solución, el poste de la tele le da un toque industrial que va muy acorde con el estilo de la casa y le aporta mucha personalidad.

Siguiendo hacia la zona de cocción, encontramos una cocina negra en forma de península en la que prima la practicidad y la circulación. Y aunque la estancia no es muy grande, quedan marcadas las diferentes zonas. Además de tener un estilo industrial muy marcado, hay una zona de estudio prácticamente en medio de la cocina.

¿Y por qué no? Para colocar el escritorio, Amaia ha aprovechado la pared de la esquina de la cocina que queda justo detrás del salón y ha colocado este rincón para disfrutar del trabajo y de la música. Para ello, ha adaptado la zona de trabajo al estilo de la cocina utilizando los mismos tonos y materiales, por lo que queda totalmente integrada en esta estancia.

La cocina también tenía un poste justo en la mitad, por lo cual la interiorista aprovechó para colocar la isla negra a su alrededor. El poste va muy acorde con el estilo de la vivienda, ya que lo pintaron con Chalk Paint, pero hace un efecto de microcemento. Además, la estantería de madera y hierro del lateral en el fondo ayuda a dar continuidad y a completar el espacio. Y es ideal para colocar los vinilos favoritos a la vista, almacenar documentos, guardar los libros, poner plantas… 

En este caso, aunque el propietario de la casa vive solo, quería un espacio para disfrutar un viernes por la noche con sus amigos. Por lo tanto, quisieron poner un comedor abierto al salón y a la cocina, con mucho espacio para poder disfrutar de estas cenas. 

Aunque es una estancia abierta, para Amaia Elias es muy importante diferenciar cada zona. En este caso, la zona del comedor se diferencia mediante un panel de revestimiento de imitación a ladrillo, que además queda ideal con la estética industrial de la casa. 

El elemento protagonista de este dormitorio es el cabecero original de la cama, ya que le da mucha personalidad y calidez a esta estancia. Está hecho con palilleria de madera que cubre toda la pared de la parte de la cama (desde el techo hasta el colchón). Para seguir la estética del resto de la casa, utilizó textiles como los cojines y el plaid. Los colores empleados principalmente son el verde caqui, el beige y el terracota.

Además, para darle un toque un poco más desenfadado, la interiorista colocó dos mesitas de noche diferentes, una hace de librería y la otra de mesilla como tal. "En la zona de los libros pusimos un aplique con una luz funcional para poder leer por las noches y en el otro lado una lámpara con una iluminación más cálida y sutil", comenta.

Los colores empleados en los dos baños son principalmente el negro y el gris. que combinan perfectamente con la calidez de la madera. En el baño del dormitorio, el fregadero blanco contrasta con el resto del baño, mientras que el fregadero de piedra le da ese toque natural y rústico al aseo. Además, la iluminación cálida, tenue e indirecta elegida en estas estancias crea un ambiente aún más relajante y acogedor.

La interiorista y experta en orden de Amai Studio ha logrado plasmar la esencia del propietario, amante de la música y el estilo moderno, y convertir su hogar en uno mucho más funcional, estiloso y con carácter. ¡Nos encanta!