La historia de Richard con su nueva casa, podría ser carne de cañón para un interesante film. Se trata de un fotógrafo inglés, afincado en París, pero que recientemente había adquirido una nueva vivienda en el vibrante Eixample de Barcelona. No obstante, se trataba de una casa centenaria, ya que entre muro y muro, habían pasado más de 100 años de historia. De un tiempo a esta parte, fueron algunas las reformas que intentaron mantenerla actualizada y acomodada a los nuevos tiempos, pero cuando Richard la compró, estaba en un estado que necesitaba una transformación completa.
Con 80 metros cuadrados y una distribución algo compleja, la vivienda presentaba un enorme potencial para hacer de ella un espacio atractivo, cómodo, luminoso y funcional. Perfecto para una persona cuya profesión necesita un escenario con estas características. Y es que Richard necesitaba este hogar de la ciudad condal tanto para trabajar, como para descansar. Al tratarse de una reforma integral, no dudó en ponerse en contacto con Helena Llorente y Cristina Batlles, de BATTE Interioristas.
El equipo consiguió aprovechar la luz natural de cada rincón de esta vivienda. Pero no fue lo único destacado de su trabajo, y es que dieron una segunda vida a cada una de sus estancias, pero manteniendo algunos elementos estructurales originales como las vigas de madera. Ahora, el diseño de la casa inspira modernidad y tradición, pasando a ser un hogar acogedor y lleno de personalidad. ¿Vemos el resultado? ¡Vamos allá!
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