Las segundas residencias tienen que ser cuidadas y mimadas como nuestro hogar principal. Y es que son esos refugios donde desconectamos, nos relajamos, recargamos pilas, teniendo la sensación de estar en casa. Es por ello que, un matrimonio con un hijo pequeño, buscaban dar a su apartamento de playa de 40 m2 en Sanxenxo (Pontevedra) una nueva imagen. Para ello, no dudaron en ponerse en manos expertas y contactaron con la interiorista Eugenia Domínguez Nieto, de Mariu Interiorismo, quien supo darle a esta vivienda, ese toque luminoso, acogedor y cálido que tanto ansiaban sus clientes.

Llegar a este resultado fue posible gracias a la elección de los materiales naturales, como la madera y el lino, que aportan frescura y comodidad, haciendo que cada espacio invite al descanso y a la desconexión en un entorno armonioso.

Lo importante era crear espacios abiertos donde se pudieran integrar aquellas zonas comunes como el salón y la cocina. Aunque solo había una habitación, la interiorista logró integrar en el salón un mueble que acoge una cama donde ahora puede dormir el niño. ¡Ahora es el alojamiento perfecto para pasar en familia las vacaciones de verano! Incluso sabiendo que tienen una casa así de bonita, podrán hacer escapadas siempre que quieran. ¿La vemos?