De piso oscuro y anticuado a piso sensacional súper bien aprovechado, por Pia Capdevila (con plano)

Este piso de 160 m² ubicado en el barrio del Ensanche barcelonés necesitaba un cambio radical. ¿El reto de Pia Capdevila? Conseguir amplitud en las zonas de día y abrirlo a la luz.

Otro de los puntos fuertes eran los arcos con molduras, que iban a convertirse en los auténticos protagonistas: eran perfectos para crear espacios enmarcados con mucho encanto. 

Decidió unir la galería al salón comedor y replicó el arco original para obtener dos salidas simétricas. De esta manera, ganó luz natural y sumó metros para crear un agradable rincón de lectura con plantas. 

Para unificar los ambientes, diseñó un mueble a medida que rodea los arcos y recuerda a sus molduras. La parte frontal funciona como mueble de TV. Y la trasera se convierte en un mueble bar con repisa para apoyarse. Segundo deseo cumplido: un nuevo espacio dedicado al whisky; otra de sus pasiones.

La zona del comedor era aún más oscura que el salón. Pia Capdevila quiso sumar calidez con distintos tipos de madera y colores de una base clara. ¿Su favorito? El tono piedra de los arcos. 

Al otro lado había una habitación cerrada con pared de carga. Y para poder crear un despacho abierto al comedor, fue necesaria una intervención estructural. El mueble que hace de separador tiene una doble función: por un lado, es un bufete con almacenamiento para la vajilla y, por el otro, un escritorio con cajones.

La zona de noche pedía a gritos una redistribución de los espacios para poder ganar un vestidor y añadir un baño en el dormitorio principal. 

“El dormitorio se diseñó con mobiliario y accesorios de líneas y estilo masculino, con colores grises más subidos y un toque de verde, que combina con bases claras”, explica Pia Capdevila. ¿Los textiles? Linos naturales y cálidos. 

El suelo de madera también iba a ser el protagonista del espacio. Pero, esta vez, en un tono con un punto más rojizo que fuera a juego con la nueva cómoda y las mesitas. 

Cambiar la cómoda oscura fue todo un acierto. La interiorista ha conseguido rejuvenecer la habitación, darle un aire de frescura y ganar estilo. 

Los baños estaban envejecidos y pasados de moda. Otro de los objetivos de la reforma era conseguir un ambiente spa, usando tonos más neutros que inspiraran calma. 

Diseñó el mismo mueble y lavabo para los baños de la casa. Eso sí, le dio a cada uno un poco de personalidad. Por ejemplo, en este, el protagonista es el color gris cementoso que combina con el pavimento de madera cerámica. 

Para el cabecero del dormitorio optó por un diseño en madera con molduras, lacado en gris oscuro, que combina con el papel pintado. ¿Lo mejor? Cuenta con una repisa extra para colocar detalles. ¡O más libros!