Un piso típico del Eixample barcelonés con un twist moderno: la última -y estilosísima- reforma de la interiorista Pia Capdevila

Como en cualquier clásico apartamento del Eixample, la entrada está situada en el centro, y la vivienda se extiende hacia ambos lados. El punto de convergencia lo marca una preciosa mesa de madera de mango, que aporta estilo y finura a la estancia.

La cocina está relegada a un rincón que se extiende en torno a una isla con módulos de almacenaje. La elección del tono piedra que recubre el mobiliario no es casual: al ser de un tono neutro, pero algo más subido que el del resto de la estancia, sirve como herramienta de separación con el resto del espacio.

La gran ventaja de transformar una galería en un despacho es la luz: nunca falta en la zona de trabajo y además goza de las amplias vistas del patio de manzana. ¡Nos encanta!

“Queríamos ubicar un vestidor sin perder la vista general de los tres ventanales al entrar en la habitación, así que abrimos una ventana con cristal en el armario de la pared que divide el dormitorio del vestidor”, explica Pia Capdevila.

A los pies de la cama, pues, se abre el vestidor, amplio y funcional. Los armarios están diseñados a medida y los techos combinan tonos blancos y cremas, combinación de las cornisas antiguas y originales con los techos nuevos.

Del vestidor pasamos directamente al baño principal, dotado de una ducha, un espacioso mueble con mucha capacidad de almacenaje, dos lavabos con sus respectivos espejos, y una bañera exenta, ideal para relajarse al final de un largo día con un libro. La paleta de colores predominante es neutra, con tonos blancos, grises y madera, donde destacan los detalles en negro para aportar un toque de contemporaneidad. El mármol gris de las paredes contrasta con la calidez de la madera usada para el mobiliario.

Las noches en vela pasarán más ligeras si es en esta habitación del bebé decorada con mimo en tonos pasteles y paredes luminosas.

La elección de muebles de tono neutro está pensada para que el espacio pueda ser actualizado a medida que pasen los años: un diseño cómodo y eficiente que ayuda a sobrellevar el crecimiento de los pequeños de la casa. Goza, además, de una entrada de luz natural, gracia a la ventana que da al patio de luces.

El espacio destinado al lavadero es pequeño, pero está optimizado al máximo: aquí están la lavadora, la secadora, un armario de almacenaje para mantener la organización de la ropa, y la caldera.