Natalia Zubizarreta, interiorista: "Un recibidor no puede parecer una tienda de anticuario llena de cosas"

"Lo importante en un recibidor es que haya un mueble práctico —explica Natalia—. Para mí, lo ideal es poner una cómoda porque podremos almacenar más. Todo depende de si disponemos de sitio suficiente o no".

Y la interiorista predica con el ejemplo, ya que en el recibidor de su casa recuperó esta cómoda antigua con cuatro cajones. "Antes era oscura y brillante pero gracias a mi restauradora conseguimos sacar su madera rubia inicial y dejarla mate". ¡Ha quedado preciosa! ¿Quieres ver las 50 mejores cómodas de El Mueble?

¿Y qué pasa cuando el recibidor es pequeño y una cómoda comería mucho espacio? "Tendremos que apostar por muebles ligeros, pero no por cualquiera —confiesa Natalia—. Una consola sin cajones normalmente no es suficiente. El mueble que pongamos tiene que tener como mínimo un cajón. Para mí, en general, las piezas de madera son clave porque harán de tu recibidor un lugar más cálido y acogedor".

Para este de la imagen, Natalia optó por una consola ligera, tipo mesa tocinera, con dos cajones y una balda inferior para colocar cestas. ¿Quieres ver más consolas estrechas?

"Sí o sí, en general ponemos espejos en los recibidores porque es donde nos hacemos el último check antes de salir. También los utilizamos porque dan sensación de amplitud —explica Natalia—. No recomiendo, por una cuestión de fengshui, que el espejo quede enfrentado a la puerta. Así la energía que entre en casa, no saldrá.

"El tamaño del espejo debe estar proporcionado con el mueble sobre el que van. Es decir, si la consola o la cómoda mide 120 cm, el espejo no puede sobrepasar esa anchura. Debe quedar 20/10 cm más pequeño. Y también, debe ser proporcional en altura". 

"Otro elemento clave en los recibidores es la alfombra de entrada. Debe de ser muy, muy resistente. Preferiblemente, de materiales sintéticos que imiten materiales naturales (los polipropilenos, por ejemplo). El motivo es obvio, en ella dejamos la mayor parte de suciedad que traemos de la calle".

En este recibidor Natalia colocó una alfombra de sisal a medida, súper práctica y además sostenible porque en el proceso de transformación de la fibra se utiliza energía limpia.

"En el recibidor necesitamos un lugar donde colgar los abrigos, el bolso, las mochilas de los niños. Se hace imprescindible un armario gabanero. No tiene porqué tener 60 cm de fondo, nos vale de 45/50 cm. Y si dispone de un sistema de cuelgue frontal ¡nos salva la vida! Puede haber un perchero o unos colgadores, aunque a mí personalmente no me gustan porque dan sensación de desorden visual". 

"Hay a quien le gusta tener un zapatero en el recibidor. ¡Ojo con este tema! Siempre tiene que estar bien cerrado, por el tema de olores. Y ten en cuenta que si pones un zapatero, tiene que haber un banco para calzarse y descalzarse". 

"Por último, yo elegiría como pieza clave para el recibidor una lámpara para colocar sobre el mueble de entrada —apunta Natalia—. Va a hacer que tengamos una luz cálida y acogedora que podemos dejar encendida. ¡Muy importante! El enchufe debe quedar oculto, es más estético. Piensa desde dónde se va a ver menos. Y si lo pones detrás del mueble ¡cuidado! porque la profundidad del enchufe va a separar el mueble de la pared". 

¿Y si tu recibidor es la mínima expresión? "Entonces deberás recurrir a soluciones a medida —sugiere Natalia—. Una baldita de carpintero a medida donde apoyar una cajita para las llaves. O en el mismo armario gabanero dejar un hueco, un cajón o una hornacina para dejar las cosas".