No hay mayor carta de presentación de nuestro hogar que el recibidor. El primer y último espacio que vemos tanto nosotros como nuestros invitados. Es por ello que debemos decorarlo con gusto y pensando en cada detalle, aunque sean ambientes que funcionan mejor cuando no cuentan con excesiva decoración. Por esta razón, los recibidores blancos siempre han sido una alternativa para dar luz y estilo al recibidor, manteniendo una esencia despejada que aporta calidez y tranquilidad.

Sin embargo, hay muchas posibilidades para dar al recibidor un toque estiloso sin recargar el ambiente. Es una forma de hacer que nuestra propia casa hable por nosotros y sea muestra de nuestro buen gusto decorando. Además, la decoración ha evolucionado a pasos agigantados, lo que nos permite salir más allá de lo tradicional manteniendo la elegancia. Papeles pintados, colores inusuales, paredes con distintos materiales... ¡Te van a convencer! Mira, mira.

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