Las 50 mejores cómodas de El Mueble

En el dormitorio, las cómodas son un complemento perfecto del armario, siendo muy útiles para tener en orden y a mano la ropa doblada, la lencería y los pequeños accesorios.

Antigua parece, pero de nueva creación es. Esta cómoda realizada en madera reciclada destaca por el acabado grisáceo de la madera, su diseño artesanal, lo que la convierte en una pieza única, y sus detalles esculpidos en la madera. 

Estilo y capacidad. Un tándem mejor imposible. En este recibidor clásico esta cómoda afrancesada ofrece mucha capacidad gracias a sus dos cajones, y a la vez resulta ligera, por su diseño estilizado y al estar pintada en blanco. 

Si cuentas con una pieza heredada como esta cómoda, lúcela. Ponla en un lugar especial y dale protagonismo. Además de dar personalidad al salón, será un comodín muy útil para guardar y podrás usar su sobre a modo de repisa. Inspírate en estas ideas para integrar una cómoda en el salón.

El efecto craquelé en los muebles pintados ¡nos encanta! No solo porque denota el paso del tiempo y cómo esa pieza ha envejecido, sino que le da mucho encanto. 

En dormitorios amplios, un recurso muy práctico es prescindir de las mesillas convencionales y en su lugar colocar una (o dos) cómodas. Ganas superficie de apoyo y capacidad.  

En este dormitorio se ha aprovechado el espacio debajo de la ventana con un mueble a medida que integra dos cómodas gemelas y un pequeño armario. El sobre de madera unifica visualmente las piezas.   

En este distribuidor se ha optado por pocos elementos, pero con mucho carácter. Ejemplo de ello son la cómoda vintage de un alegre azul turquesa y el papel pintado de aire vintage que la enmarca, reforzando aún más, si cabe, su protagonismo en este espacio. 

Las cómodas son piezas muy versátiles, ya que más allá de guardar la ropa doblada en el dormitorio, pueden emplearse a modo de cajonera o aparador, ya sea en el comedor o, como aquí, en el recibidor. Si eliges una pieza antigua, como esta, le darás un plus de carácter al espacio. 

Esta pequeña cajonera inspirada en los diseños de los años 50 cuenta con 4 cajones y aúna la calidez de la madera con la ligera del blanco, obteniendo un efecto muy refrescante. Su tamaño reducido la convierte en una pieza idónea para dormitorios pequeños. 

¿Te atreves a hackear una cómoda de Ikea? Inspírate en esta sencilla propuesta con la que convertirás la archivendida cómoda Hemmes en una pieza exclusiva y de lo más personal. Elige un papel pintado que te guste y reviste sus frentes con él. Cambia los tiradores... ¡y listo! ¿Quieres más ideas de Ikea hacks? 

Esta cómoda es perfecta para el recibidor: con apenas 35 cm de fondo y 8 prácticos cajones muy capaces, ofrece mucho espacio de almacenaje y a la vez decora el recibidor por sí sola. 

Las cómodas son un clásico de las habitaciones infantiles, porque sus cajones son perfectos para guardar y mantener en orden su ropita durante los primeros años. Aquí, además, sirve de mesilla de noche. 

¿Quién dice que las cómodas son cosa, solo, del dormitorio? Sus cajones las convierten en piezas muy preciadas para guardar, por eso en salones pequeños son un gran aliado, ya que pueden reunir mucho almacenaje a la vez que decoran por sí solas. 

Imaginación al poder. ¿No cuentas con espacio para un armario ropero al uso? Invéntatelo con lo básico: una cómoda y una barra para colgar. Descubre las ventajas del armario cápsula y ponte manos a la obra. 

Este majestuoso recibidor pedía una pieza a su altura. Y esta cómoda afrancesada, de líneas sinuosas y diseño estilizado gracias a sus patas, la convierte en todo un acierto. 

Esta cajonera tiene mucho encanto porque recuerda las típicas de los antiguos muebles de oficio, con sus múltiples cajones y sus tiradores de concha. Hoy en día son piezas muy preciadas por su capacidad y su belleza singular.  

Si cuentas con una pieza singular y única como esta, ¿por qué no convertirla en un original mueble de baño? De madera, da una nota cálida al baño, y sus grandes cajones son perfectos para guardar desde las toallas de baño hasta los productos de aseo. 

Esta cómoda de estilo gustaviano viste de elegancia y personalidad este salón. Puedes aprovechar su sobre, como se ha hecho aquí, para crear un bodegón que la vista pero sin recargarla en exceso, porque recuerda que la protagonista debe ser la cajonera.

Las cómodas tienen su origen en el s. XVII pero desde que se popularizaron no han dejado de estar presentes en los hogares de todo el mundo. Desde los diseños clásicos que evocan sus orígenes palaciegos hasta las piezas más contemporáneas y de líneas depuradas, como esta cómoda de madera y con los laterales de hierro, que le dan ese toque industrial tan de moda. 

Reconvertir el viejo cambiador o la cómoda de bebé en una mesilla de noche para su cuarto infantil es todo un acierto. Das una nueva vida a un mueble y, además, ganas una pieza con mucha más capacidad, en la que tu hijo podrá tener a mano sus pequeños tesoros.

Esta cómoda de madera crea una zona de recibidor con mucho encanto en muy poco espacio. Puedes usar su sobre a modo decorativo, como aquí, y destinar el primer cajón a vacíabolsillos, así evitas el desorden. 

El decorador Iñaki Mujika aprovechó la parte central de este vestidor tipo closet con dos cómodas gemelas que sirven de cajoneras para tener la ropa doblada en orden. 

Las cómodas de diseño afrancesado, con patas cabriolé, formas sinuosas y sus tiradores de metal, tienen una belleza clásica que las hace el comodín perfecto para cualquier estilo decorativo. En decoraciones actuales son la nota de contraste, y en espacios clásicos encajan como un guante. 

Una cómoda es una solución fantástica si quieres aunar estilo y almacenaje en el salón. El diseño de aire clásico de esta pieza, de estilo gustaviano, encaja a la perfección con la decoración atemporal del salón. 

Aunque presente su frontal desdibujado, esta cómoda es un pequeño tesoro al que merece la pena buscarle un lugar destacado para que sea la protagonista. Se trata de una pieza antigua y, por lo tanto, única en su especie, ya que se hacían y pintaban a mano por maestros artesanos. 

Apostar por una cómoda como cambiador es un acierto, porque cuando el bebé ya no lo necesite podrás seguir usándola como cómoda para guardar su ropita. Si la eliges como aquí con cajones de diferente altura ganarás en practicidad, ya que se adaptará mejor a los diferentes contenidos que tengas que guardar. 

¿Cansado de tu cómoda de siempre? Actualízala cambiando los tiradores ¡y parecerá otra! Y si quieres que el cambio sea más radical, atrévete a pintarla con chalk paint. 

Esta cómoda se ha reinventado gracias al color cuya inspiración ha venido del papel pintado. Se ha pintado en blanco, como las flores del papel pintado, y las patas y el sobre se han teñido de verde agua, como la base del papel. 

Las cómodas de estilo gustaviano son un clásico que no pasa de moda. Además, su diseño sobrio las hace perfectas para decoraciones más actuales, como este dormitorio donde sirve de mesilla de noche. 

Esta cómoda, inspirada en los antiguos muebles de oficio, destaca por su sabor muy natural con la madera envejecida sin tratar y su gran capacidad de almacenaje, gracias a sus 12 cajones. 

Los usos de las cómodas son muchos y variados. Y uno de ellos era el de tocador, de ahí que muchas cómodas se acompañaran con espejos a juego, como esta. En estos casos, como era habitual tener perfumes y cosméticos, se solía proteger el sobre con un cristal. 

De madera y muy robusta, esta cómoda es una pieza que dará estilo a cualquier rincón de la casa, aunque puede resultar pesada visualmente en espacios pequeños. 

Si has heredado una cómoda antigua de madera oscura –era habitual en las piezas de calidad usar la madera de caoba– y quieres darle un look más ligero inspírate en esta propuesta: crea un bodegón de plantas verdes, que le darán frescor, y jarrones de cristal. Éxito asegurado. 

La decoradora Begoña Susaeta mimetizó esta cómoda con las paredes pintándola a juego con el color del papel pintado, integrándola así en la decoración. Ofrece capacidad sin apenas recargar visualmente el espacio, de por sí reducido, de este dormitorio.

En este dormitorio con una decoración sobria y con sabor clásico, la cómoda de madera es la nota de contraste. No solo rompe con la hegemonía del blanco y da un punto de calidez, sino que se convierte en una pieza destacada de la decoración. 

Este despacho, de la decoradora Lucía Mariñas, demuestra cómo de enriquecedor es mezclar diferentes estilos en un mismo espacio. La mesa moderna con el sobre de cristal y dos iconos del diseño como la silla Panton o la lámpara Tolomeo conviven con una cómoda antigua que sirve de original book de cajones.

Esta cómoda es tan sobria como elegante y actual. Su diseño de líneas rectas la hace un comodín perfecto para cualquier espacio de la casa y al combinar dos alturas diferentes de cajones gana en versatilidad. 

Su exclusivo y refinado trabajo de ebanistería convertirá a esta cómoda es una pieza única que por sí sola dará personalidad y carácter al recibidor. 

Esta cómoda parece de lo más actual con esta pátina en gris, un color que se resiste a dejar de ser tendencia, pero a la vez da una nota de singularidad al salón que una pieza de nueva creación no daría. 

Esta cómoda es un mix de modernidad y clasicismo, fiel reflejo del estilo que la decoradora Natalia Zubizarreta quiso darle a este dormitorio. Y es que a pesar de que su diseño es clásico, su acabado patinado en gris y sus patas metálicas en negro le dan el punto de actualidad. 

Las cómodas que, como esta, carecen de patas y se asientan directamente sobre el suelo ofrecen más capacidad de almacenaje pero son más pesadas visualmente, por lo que valóralo a la hora de elegir tu cajonera. Esta cómoda, con una hilera de cajones superiores de menor altura, es un aliado perfecto para guardar la ropa de cama. 

Esta cómoda es casi casi una pieza de arte. Se trata de una cajonera artesanal de marquetería que destaca por su frontal labrado y decorado con motivos pintados. Si cuentas con una pieza así, búscale un sitio especial en casa y ¡presume de ella!

Si necesitas espacio de almacén extra en el dormitorio puedes valorar prescindir de la mesilla de noche al uso y en su lugar elegir una cómoda. Las hay pequeñas, como esta, que en vez de ganar almacenaje en horizontal lo hacen en vertical. 

Esta cómoda con el frontal sinuoso es una pieza clásica pero que dará mucho estilo y un toque chic a cualquier salón. Acompáñala con un par de jarrones con flores y complétala con un espejo y tendrás un rincón de lo más especial. 

Esta cómoda de madera es una pieza que crea un rincón de lo más especial en este amplio salón. No solo decora por sí sola y es imán de todas las miradas, sino que enmarca el collage de fotos de familia dándole entidad propia.

Las cómodas son una pieza muy versátil, tanto para guardar como para usarlas a modo de mueble auxiliar. En el comedor, por ejemplo, pueden servir para tener la cubertería y demás productos del menaje a mano, y a la vez, servir de apoyo en el caso de necesitarlo. 

En este dormitorio, la cómoda es sin duda el imán de todas las miradas. Se trata de una pieza artesanal que evoca las antiguas cómodas gustavianas con un precioso decorado pintado a mano. 

En este dormitorio lo clásico y lo actual se dan la mano, con un cabecero contemporáneo que contrasta con una cómoda de aire provenzal a juego con el espejo, dos piezas clásicas que dan personalidad al dormitorio. 

Esta cómoda parece rendir homenaje a su antepasado: el baúl de viaje. Y es que las cómodas no son más que una evolución del tradicional baúl de viaje, que servía para contener ropa y útiles. Del apilamiento de dos o tres daría poco a poco la forma de la cómoda tal y como la conocemos.