"Soy Silvia Guerrero, tengo 38 años, soy funcionaria de profesión y la decoración es mi gran hobby, me apasiona. Mi cuenta en Instagram es @lacasitadelporche". Así se presenta nuestra lectora de hoy. Su casa está en un municipio del sureste de Madrid.
Hemos preseleccionado la cocina de Silvia para el concurso de La Mejor Cocina de las Lectoras con la colaboración de Siemens porque nos ha conquistado con su luz, la calidez de la madera así como el esmerado cuidado con el que ha decorado: papel pintado, estores, lámparas, cestos de fibras... ¡Lo tiene todo!
"Hace unos meses, reformamos completamente la cocina para unirla al salón y poder tener así la cocina de nuestros sueños. Tiene una superficie de unos 14 m2 aproximadamente", detalla Silvia.
"Nuestra anterior cocina era muy lineal y moderna y nos resultaba muy fría, por lo que fue primordial para nosotros que la actual fuese una cocina vivida, acogedora y sobre todo atemporal. Por ello elegimos puertas blancas, enmarcadas y con tiradores negros".
"Otro aspecto fundamental que buscábamos era la facilidad en la limpieza, por ello optamos por revestir la pared dónde se sitúa la placa de inducción, del mismo material que la encimera, de este modo no tenemos juntas y es mucho más fácil de mantener limpia. El resto de paredes están revestidas de papel pintado", describe nuestra lectora.
El fregadero es cerámico y de doble seno.
"El punto de calidez y personalidad a la cocina se lo da la isla que nos hicieron a medida. Es de madera, con estantes abiertos y le da un aire rústico a la cocina que me encanta", confiesa.
"A la hora de elegir los electrodomésticos tuvimos en cuenta el diseño, ya que se iban a ver desde el salón, pero también que fuesen de calidad y con bajo consumo. En casa bebemos mucha agua y por ello elegimos un frigorífico americano con dispensador de agua y hielo", detalla Silvia.
"En casa vivimos 5 personas, mis 3 hij@s, mi marido y yo. Cocinamos muchísimo, y podemos decir que la cocina es el corazón de la casa. Al estar abierta, es una maravilla poder cocinar y a la vez estar vigilando a la peque mientras juega en el salón. Quien cocina nunca está solo, es una cocina con mucha vida, muy participativa y familiar", concluye Silvia.
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