Jardines rústicos llenos de encanto: 10 FOTOS e ideas para crear tu rincón al aire libre de ensueño

Si hay algo que defina un jardín de estilo rústico son, además de las plantas, los materiales que elegimos para construirlo. En este tipo de espacios de exterior es importante apostar por la piedra, la madera en su versión más natural, el barro, el hierro o las fibras vegetales. Y esto se aplica a todo: desde la construcción de elementos como porches o pérgolas, hasta pavimentos, senderos, muebles de exterior, etc. Como en este jardín en el que se ha creado un espacio con losas de piedra a la entrada de la casa para colocar un conjunto de muebles de forja. La propia fachada, también de piedra, el emparrado de cañizo y las macetas de barro, de todos los tamaños, acentúan el estilo rústico del conjunto.

Si crees que los muebles de forja de aire clásico no tienen cabida en un jardín rústico, nada más lejos de la realidad. Este tipo de piezas se integran de maravilla en un entorno rural, ya que consiguen crear un contraste muy atractivo. A la hora de decorar algún rincón del jardín es buena idea incluir un elemento antiguo o vintage. Puede ser un conjunto de mesita velador y sillas, una vieja tumbona de mimbre, un banco de madera o unas tinajas de barro. Estos pequeños tesoros le dan relevancia al jardín y subrayan el estilo rústico del paisajismo.

En este jardín todo está planteado para crear un conjunto rústico y natural. Hay vegetación frondosa y silvestre, arbustos y plantas de flor en macetones de barro. Para darle al jardín una apariencia más auténtica se pueden incluir senderos o escaleras rústicas para salvar los desniveles del terreno. Aquí se construyó una pequeña escalera con peldaños de piedra que han ido cubriéndose de verdín. Incluso la pradera de césped tiene una apariencia irregular, lo que hace que resulte más natural.

Los jardines rústicos se benefician de las plantas que acogen, siempre que las elijas correctamente. Para dar al espacio exterior un estilo más auténtico es importante seleccionar especies vegetales que estén presentes en el campo de esa zona. Las plantas autóctonas aportan un aire totalmente silvestre al jardín, se integran a la perfección en el terreno y, además, te resultarán mucho más fáciles de cuidar.

Siempre que sea posible, merece la pena incluir un elemento de agua en el jardín rústico. Puede ser una fuente sencilla, una alberca como en este patio pequeño o una pequeña pileta de piedra, al estilo de los antiguos abrevaderos en los que bebía el ganado. En este espacio, además de en la propia alberca, la piedra es el material predominante: está en la fachada de la casa, en la tapia que rodea al jardín y en las losas que crean un camino de paso sobre el césped. ¿El resultado? Encanto 100% rústico.

Puede ser en el pavimento, en los muebles de exterior o en el porche, como en la imagen. Lo importante es incluir un detalle de madera en el jardín, ya que aporta sabor rústico. Se trata de un material noble y bello que podemos disfrutar en sus múltiples versiones: al natural, con sus vetas y nudos, o teñida de blanco, entre otros acabados. Sea como sea, el paso del tiempo le da a la madera un aire de lo más auténtico.

Si pensamos en un material que sea rústico por naturaleza, seguro que nos viene a la mente, además de la madera y la piedra, el barro. Pocos materiales han estado (y siguen estando) presentes en las casas de campo, tanto en las tradicionales como en la más modernas. Las baldosas de barro cocido eran un elemento imprescindible en los suelos de los interiores rústicos de antaño. Hoy lo siguen siendo. Incluso, con el tratamiento adecuado, son perfectas para exterior. En el jardín de la imagen se han usado para pavimentar la zona del porche y la piscina. El barro aparece también en la pared de ladrillo visto y en las macetas del jardín.

Hay muchas formas de crear una zona de sombra en el jardín y muchos materiales que te ayudan a conseguirlo. En un espacio exterior de estilo rústico debemos optar por materiales como la madera, el canizo o los emparrados vegetales como este de la foto que se ha creado con plantas de glicinia. Estas cubiertas vegetales son más difíciles de conseguir porque requieren de tiempo y esfuerzo (para cultivar las trepadoras), pero resultan naturales, muy camperas, y tremendamente bellas. Ofrecen una sombra refrescante y agradable. Si quieres una sombra rústica y natural deja a un lado las modernas pérgolas bioclimáticas y apuesta por este tipos de soluciones sencillas y tradicionales. 

Una idea genial para acentuar el sabor rústico de tu jardín es incluir una construcción auxiliar como la de la foto: una cabaña de madera para guardar herramientas y maquinaria de jardinería. Los tablones de la construcción, la gravilla del suelo y la hiedra que recubre el exterior de la cabaña: todo es natural, rústico y especial.

Los jardines rústicos también puede albergar una piscina, sin que este elemento distorsione en absoluto con su esencia y espíritu de campo. Tan solo hay que escoger la piscina adecuada. Opta por una tipo alberca, como la de la imagen, con bordes de piedra o de barro cocido. Para el interior utiliza un revestimiento de color verde, mejor que azul o turquesa. Así le darás un aire más auténtico y natural.