Las interioristas se ponen de acuerdo: ¿A qué decimos adiós en 2024 en decoración? ¡Quédate solo con lo que se llevará!

La interiorista Estela López, del Estudio Deco & Living, apunta que en 2024 las tendencias decorativas apuestan por recuperar los estampados coloridos. "Dejaremos de ver los cabeceros lisos o planos para dar paso a los estampados coordinados con otros diseños en tapicerías, cojines, tulipas o cortinas", señala.

En 2024, para Estele López, también diremos adiós a las mesas de cristal o lacadas. Este salón es un proyecto con mesa de centro de madera, de su estudio Deco & Living. Pero la interiorista va más allá y nos vaticina que "daremos la bienvenida a la piedra. Mármol, con acabados tipo marquina, travertino, calacatta, piedras naturales… son las que hacen los espacios más atractivos y le dan un punto de sofisticación relajado".

"El minimalismo más marcado se va a quedar atrás para dar paso a un minimalismo más cálido con materiales naturales como la madera y buscando el equilibrio entre sencillez y personalidad. ¿Cómo dar personalidad a un espacio sencillo? Usando tonos algo más oscuros y "atrevidos" como el verde oliva o el azul cobalto", así lo explica la interiorista Pilar Cinca del estudio Punto y Seguido.

Y en este sentido, la interiorista Pilar Cinca del estudio Punto y Seguido añade que "el uso de las molduras como elemento decorativo seguirá muy presente, aportando ese equilibrio a un espacio entre sencillo y con personalidad".

Para la interiorista al frente del Natalia Marchal Estudio Interior en 2024 nos vamos a despedir de las decoraciones excesivamente recargadas. "Los espacios serán más minimalistas y funcionales y apostaremos por paletas más suaves y relajantes, llenas de colores neutros como los tierra, beige suave, verdes oliva o azules serenos. Cogen fuerza los tonos pastel, que aportan calidez y tranquilidad a los espacios. Y los tejidos naturales como el algodón orgánico, el lino y la lana", explica.

Para Natalia Marchal hay que despedirse de los muebles que no "aportan", que son rígidos. Ella ve cómo se impondrán en 2024 los muebles versátiles y multifuncionales, "que maximicen el espacio y el estilo ecléctico, tendencia que combina piezas de diferentes épocas y estilos, permitiendo la expresión personal en la decoración", señala.

Laura Navarro señala que en los proyectos que realizan en Dröm Living buscan el bienestar y para ello "incorporamos cada vez más materiales biológicos y criterios de sostenibilidad. Nos quedamos como tendencia para 2024 con el diseño biofílico", así que decimos adiós a todo lo que no responda a esta idea de conectar al ser humano con la naturaleza. Para Laura Navarro no se trata solo de incorporar plantas, sino que se estudie y trabaje adecuadamente la iluminación ("cuanta más luz natural mejor", aporta); la paleta de color ("siempre inspirada en la naturaleza"); las formas orgánicas y materiales sostenibles y ecológicos; y los espacios flexibles ("para que haya buena conexión interior-exterior").

En línea con lo que acaba de comentar la interiorista de Dröm Living, con ese enfoque holístico que no solo abraza la biofilia, sino que también refleja un compromiso con la sostenibilidad y el bienestar; aporta algo que se queda en 2023 y no pasa a 2024, aunque ella misma reconoce que "puede parecer contradictorio". Se trata de decir adiós a los papeles de pared exagerados como los de estampado tropical. "Preferimos un enfoque más sutil y sofisticado".

"Para mí, esta es una de las tendencias que nos han acompañado durante los últimos años, pero que en 2024 nos abandonará, si no de forma definitiva, sí significativamente: adiós a las baldosas cerámicas que imitan el terrazo. Hubo un resurgir de este material moteado, incluso de colores atrevidos, pero ha ido cediendo su lugar a otros acabados y texturas más naturales", expone Majo Flores. Así, nos recuerda la interiorista que en 2024 seguirá siendo protagonista la piedra y el acabado marmoleado, tanto el real como el material que lo imita. Y, por supuesto, la madera, sobre todo la de roble natural.

Otra tendencia que irá perdiendo terreno es el de las cocinas con un total look en blanco. Así lo asegura la interiorista Majo Flores: "por un lado, el blanco se suaviza y se transforma en tonos más cálidos, como el perla. Y, por otro, se mezclan diferentes acabados que buscan el contraste, como el mix blanco-verde, blanco-azul o blanco-roble".

Dentro de la idea de decorar en un estilo que no sigue el minimalismo puro, "hay también un giro del color", adelanta la interiorista Cristina Pérez del estudio Thinking Home, que añade que "decimos adiós al blanco para introducir colores más potentes como los calderas y las tonalidades azules (azul petróleo, por ejemplo)".

Incorporar la naturaleza en espacios interiores ha sido una tendencia constante en los dos últimos años. Y, aunque continúa y aparece con fuerza la vertiente de diseño biofílico, "parece que empieza a cansarnos ver tantas plantas en los hogares", apunta la interiorista de Thinking Home. "A veces menos es más y siempre apostando por plantas naturales, ya que lo natural siempre está en tendencia para quedarse unos cuantos años más".