Siempre ha sido tradición en muchos lugares del mundo hacerse con una corona de Adviento cuando llega Navidad. Este detalle decorativo no es nada nuevo en esta época del año, pero sí es una tendencia al alza que se ha extendido en muchísimos hogares gracias al auge de las redes sociales y al creciente interés por el Do it yourself. Colocarlas en la puerta de casa es el gesto más repetido y común, aunque hoy en día hay muchas alternativas y las vemos adornando ventanas, paredes ¡e incluso las sillas del comedor, al más puro estilo El Mueble! Sin embargo, no siempre fue así… ¿indagamos un poquito en su historia?
¿Sabías que…?
Como decimos, a pesar de que ahora es habitual colgar las coronas navideñas en puertas, paredes y ventanas, en sus inicios se idearon para ponerlas sobre una superficie plana. Para encontrar su origen debemos remontarnos a la tradición pagana del norte de Europa, en la que se acostumbraba a hacer un círculo con ramas y hojas que representaba el renacer de la naturaleza después del invierno y el ciclo circular de las estaciones. Según este rito, también se tenían que colocar varias velas con las que se homenajeaba al dios del sol para que iluminara esos días oscuros y fríos.
Los cristianos que evangelizaron más tarde gran cantidad de estos pueblos paganos, adaptaron el rito de la corona para explicar la fe cristiana y el significado de la Navidad. En su caso, las ramas y las hojas simbolizan la naturaleza y la luz representa el origen y fuente de vida. Suelen ponerse cuatro velas, una por cada semana de adviento previa al día de Navidad.
Las coronas de hoy en día
Hoy por hoy, el hecho de colocar una corona en la puerta de casa es toda una declaración de intenciones y una de las formas más habituales de dar la bienvenida al espíritu navideño. Todo en ellas es simbólico, hasta los propios materiales que tradicionalmente se utilizan para confeccionarlas: ramas de pino, acebo o laurel… que evocan la vida, la resistencia y la prosperidad en medio del frío invierno.
Sin embargo, las tendencias han dejado paso a otras formas más modernas de dar vida a estos tradicionales adornos, convirtiéndose en toda una expresión del estilo personal, donde tienen cabida desde plumas, hasta hortensias preservadas o espigas de trigo, aderezadas con elementos tan dispares como lazos, frutos rojos, copos de nieve, piñas, naranjas, ramitas de canela… Y es que se ha convertido en una expresión de nuestro estilo personal, algo que pudimos comprobar en en el taller que Fronda impartió en la Casa de Navidad de El Mueble, donde las expertas enseñaron a confeccionar una paso a paso. Si aún no tienes la tuya estás a tiempo: aquí te damos 7 ideas de coronas de Adviento más bonitas para estas fiestas.