Hermanos Scott: 10 salones de verano reformados por los gemelos de la tele llenos de ideas para copiar

Aquí vemos tres claves geniales para crear un salón de verano súper refrescante. Por un lado, la simetría: es uno de los puntos fuertes de los hermanos Scott. Hablamos de un truco de interiorista muy habitual que aporta orden y armonía visual a los espacios. Esto queda reflejado en este salón, al que se accede por dos puertas idénticas situadas a ambos lados del mueble de la televisión. El resto de elementos también nos dan esa sensación de espejo: desde la colocación de las dos sillas, a las figuritas de animales que están encima de las puertas, los cuadros de la estantería o los cestos de mimbre. Todo mejor de dos en dos. Crea un efecto muy arty y decorativo.

Continuamos con el uso de líneas curvas, que dan dinamismo a salones pequeños y estrechos como este. Las puertas, la mesita de centro de mármol, las sillas de diseño... Sus formas orgánicas respiran frescura y no abarrotan el espacio.

Por último, nos detenemos en el color verde lima, tan refrescante para el verano y tan de moda este 2024. Lo hemos visto en cocinas, en baños y parece que también llegan este verano a los salones. ¿Te has fijado en los libros de la estantería? Sus lomos se mimetizan del mismo color que las paredes. Es una forma de crear sensación de uniformidad, limpieza y armonía.

Las obras de arte tienen la capacidad innata de transformar espacios. Da igual cómo sea el lugar donde se colocan, siempre sugieren una emoción u otra a quien los observa. Este salón reformado por los hermanos Scott respira verano por los cuatro costados gracias a un simple gesto: el hecho de colgar un cuadro de grandes dimensiones con motivos veraniegos en la pared del sofá.

El resultado es un salón original y más atrevido de lo normal, dentro del estilo sofisticado de los gemelos de la tele. Jugar con las tapicerías y mezclar conceptos también ayuda a crear espacios más livianos y ligeros de cara al buen tiempo. Es una época que incita a innovar y a probar combinaciones diferentes: animal print con flores, colores empolvados y ácidos, capitoné y terciopelo, paredes empapeladas con rayas y techos de colores... ¡Todo vale!

¿Otra manera sencilla de aclimatar un salón para verano? Selecciona un color potente, como el rojo inesperado o un amarillo luminoso, y dales un lugar destacado. Puede ser un jarrón en la mesita de centro o un cojín con vocación de protagonismo en medio del sofá. ¡Así de fácil!

Este salón pertenece a una de las reformas más especiales que han hecho los hermanos, ya que pertenece a la nueva casa de Drew en Los Ángeles, donde vive actualmente con su esposa Linda. Buscaban un estilo Art Decó llevado al siglo XXI, que se traduce en una mezcla de detalles muy personales, líneas rectas y orgánicas y colores serenos que no resultan pesados.

Que esté envuelto en un halo de sofisticación no significa que no pueda resultar tremendamente fresco para verano. Para ello, los toques verdes son fundamentales, tanto en la vegetación (fíjate en la enorme planta conocida como "Ave del Paraíso" que preside uno de los rincones), como en las tapicerías (aquí, los butacones estilo 'mid centrury' en verde hierba ganan todo el protagonismo).

¿Cómo atraer la luminosidad? Con detalles dorados, ya sea en la estructura del mobiliario como en el marco del espejo. De hecho, colgar un gran espejo es fantástico para reflejar y multiplicar la luz en los días de verano.

Hablábamos antes del poder transformador de un solo cuadro en el salón y aquí tenemos otro ejemplo. No hace falta necesariamente que las obras de arte que colguemos sean con motivos playeros o referencias al mar para que nuestro salón respire un aire más veraniego. Con motivos geométricos o abstractos y una buena inyección de color se consigue el mismo efecto. Fíjate en esta estancia, fresca, juvenil y alegre. Se ha colocado en la pared que ocupa el sofá esquinero para captar toda la atención según se entra en casa. Se puede combinar con pinceladas de color en cojines y elementos decorativos como jarrones, bandejas o flores.

Las reformas pueden ser muy espectaculares, pero si no se presta atención a los pequeños detalles nunca se puede lograr el efecto deseado: ya sea ese llamado "calor de hogar" en invierno o el toque refrescante en verano. ¿Y qué tono es el que nos transporta directamente a la época estival? El azul y el aguamarina, que no falta en cortinas, cojines o pequeños jarroncitos.

Los hermanos Scott sabes de la importancia de prestar atención a las mesas de centro y auxiliares y las llenan de bandejas de mimbre, cestos, libros, jarrones, marcos, lámparas o cajitas acordes a la estación. Es de los gestos más sencillos que puedes hacer para dar vida a un salón y la diferencia es abismal.

Algo muy típico de los hermanos Scott cuando llegan a una casa es que, siempre que sea posible, tiran tabiques, abren espacios y los llenan de luz, especialmente cuando hablamos del salón. En este proyecto buscaban que fuera luminoso y acogedor, por lo que apostaron por una base en tonos neutros y maderas claras. Los sofás también tienden a la neutralidad, aunque llenan el espacio de vitalidad y sabor a verano con una gran alfombra con dibujos ocres y otras piezas en azul klein - en un pequeño jarrón, una butaca de diseño y una original mesa de centro tapizada.

Sabemos de la predilección de los hermanos Scott por los salones con chimenea, un elemento que siempre nos transporta al invierno y a la sensación de calor de hogar. Pero, ¿qué pasa cuando ahí fuera sube las temperaturas? Bastará con unos toques decorativos para aligerar la sensación de calor: jarrones con plantas y flores sobre ella, en un rincón, encima de la mesa... ¡todo vale! Los cestos y bandejas de fibras naturales también son una buena opción. Otra muy buena idea es pintar la chimenea del mismo color que las paredes para que se mimeticen y aporte un plus de luminosidad. Incluso, en esta chimenea puedes agregar una repisa de madera para tener un espacio extra de almacenamiento.

Hay combinaciones en interiorismo que siempre funcionan, como la fusión entre la madera y el color blanco. Se puede hacer extensible al resto de la casa, pero sienta especialmente bien en salones de estética minimalista. Lo que lo puede marcar la diferencia entre un salón de verano y otro de invierno, en este caso, será el uso de los textiles. Aquí es preferible emplear linos livianos, alfombras de algodón ligeras en vez de gruesas, de lana y pelo largo, cortinas translúcidas en vez de opacas...

Por otro lado, también se procura ligereza visual y frescura en las estanterías que, en este caso, son de madera con los frentes en blanco.