La etapa de transición entre la cuna y la cama debe ser lo menos traumática posible. Házselo más fácil con un modelo atractivo, como la cama Minnen,de Ikea. Al ser bajita, el niño puede subir y bajar solo, sin ayuda, y gracias a su carácter extensible, crecerá a la vez que él. La interiorista Pía Capdevila ha elegido para el cuarto de sus hijas un modelo blanco con ropa de cama de lo más campestre, a juego con la pared.
Cama Minnen + somier de láminas (97 €) y cuna, de Ikea. Papel pintado, de Sandberg. Lámpara aplique, de Bloomingville. Alfombra redonda y pufs, en Calma House.