Fotos e ideas de apliques para la casa muy El Mueble: del recibidor al baño (pasando por TODA la casa)
Un aplique es capaz de llamar la atención de una pared y aportar estilo. Pero lo mejor es que puedes colocarlos en cualquier estancia, desde la entrada al baño, ¡pasando por la cocina!
Si estás buscando un recurso de iluminar cualquier estancia de tu casa de manera discreta, pero efectiva, los apliques son tu mejor aliado. Estas luminarias que van adosadas en la pared pueden ser de muchos estilos, desde los más tradicionales a otros articulados o, incluso, de estilo minimalista. Pero su versatilidad reside en que pueden colocarse en cualquier estancia de la casa, desde el recibidor hasta el baño. Si quieres una casa al estilo de El Mueble, no dejes de copiar estas ideas.
Los espacios pequeños son los más propensos a disfrutar de las ventajas de los apliques al no ocupar nada de espacio y proporcionar la luz necesaria. Y el recibidor es perfecto para lucirlos. Este tipo de luces ofrecen una luz puntual y localizada que actúan como complemento de una luz más general. En este recibidor, la interiorista Elisabeth Vidri colocó sendos apliques a cada lado del espejo sobre la consola, de manera que proporcionan un luz ambiental muy acogedora y cálida.
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Cojines azules, de Trend Interiors. Aplique, de Nkuku.
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Efecto decorativo
Pero además de dar luz, los apliques tienen un gran efecto decorativo. Para conseguirlo es importante que su diseño y acabado encaje con el resto de la decoración. En este recibidor, el aplique de fibra natural ofrece una luz tamizada muy agradable, pero es que, además, este material tan cálido es ideal para este espacio entre lo rústico y lo moderno.
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Sofá rinconero, de Miki Beumala. Mesa de centro y mueble bajo, diseño de Olga Gil-Vernet. Cuadro, de Marte Tardà. Apliques, de DCW, en Lighting Barceona.
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Perfectos en el salón
Unos apliques también tienen salida en el salón, especialmente cuando falta el espacio y se necesita que todos los asientos reciban algo de luz puntual. En este caso, además, son un recurso perfecto para dar vida a la pared del sofá y enmarcar el cuadro que decora la pared. Al ser apliques articulados se pueden mover de manera que proporcionen la luz que sea necesaria y en la dirección deseada. Apuntando hacia el sofá son ideales para leer cómodamente, mientras que si la luz se dirige hacia la pared, se consigue una luz de ambiente que aporta calidez y un ambiente más acogedor.
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Sofás y mesa de centro, a medida. Mesita auxiliar, de Zara Home, con lámpara de Westwing. Alfombra, de Zara Home. Aplique, de Dluz. Cortinas,con tela de Les Créations de La Maison por Mar Casal.
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De aspecto original
Los apliques no son solo elementos prácticos que sirven para proporcionar una luz puntual, sino que sirven también para elevar la decoración de un espacio gracias a su diseño y acabado. En este elegantísimo salón se han colocado enmarcando la presencia de la puerta, pero si algo llama la atención es su acabado en dorado, que les confiere un aspecto muy, muy decorativo.
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Sofá de Atemporal. Butaca de Miki Beumala. Librería y mesas de centro diseño de La Mar Marcos y Olga-Gil Vernet. Apliques de Luz Vintage, lámpara pequeña dorada de Mater en Matèria.
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Para iluminar una estantería
Una de las funciones de la luz que proporciona los apliques es destacar la presencia de una obra de arte, un cuadro o cualquier otro elemento. Por eso son perfectos para dar luz a una estantería de obra y conseguir que destaque más en la decoración. Para un resultado equilibrado, lo ideal es colocar varios iguales en la parte superior de la estantería. Elige un diseño que destaque, como este dorado sobre la estantería en verde.
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Proyecto de Bárbara Serra. Pasillo hacia el salón con arrimadero.
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En el pasillo
Si el pasillo es muy estrecho, nuestra recomendación es que te decantes por unos focos empotrados en el techo. Pero si hay algo de espacio, apuesta por colocar unos apliques que proporcionen una cálida luz ambiental. Estos, con un diseño que permite que la luz se dirija hacia arriba y hacia abajo, aportan un look moderno, además de mucha luz.
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Muebles realizados por un carpintero local, encimera y salpicadero de Neolith, papel pintado de Arte en Marina & Co. y apliques de DCW Editions.
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Ilumina la cocina
La cocina es otro de los espacios de la casa susceptibles a colocar un aplique. Son perfectos para cocinas sin muebles altos en los que es necesario aportar cierta iluminación en la zona de la encimera. En este caso, se colocó un modelo que no solo consigue que las miradas se centren en el cuadro colocado debajo de él, sino que, además, se encarga de aportar una luz puntual a la zona de trabajo.
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Aplique y cuadro de Menu. Plantas y ramo de Goya Floristas. Estores de Dyrco. Alfombra de Zara Home.
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Una luz destacada
Al elegir un aplique para la cocina, selecciona un modelo que destaque sobre la pared y el resto de la decoración. Incluso un pequeño elemento como este puede convertirse en punto focal con el diseño adecuado. Este en negro cumple el objetivo. De nuevo se ha colocado un cuadro debajo, apoyado sobre un estante de poco fondo y dejando el resto de la pared liberada.
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Papel pintado, de Coordonné. Cabecero y mesillas de roble diseño de la decoradora Adriana Farré. Cuadro, de Carmen Figueras, en Coton et Bois. Apliques de Artemide, en Punto de Luz.
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Un básico en el dormitorio
Un aplique articulado es muy adecuado para esos dormitorios en los que las mesitas son pequeñas o van integradas en el cabecero de obra, como es este caso. Se encargará de crear un ambiente cálido y acogedor en el dormitorio, pero también de iluminar la zona de las almohadas si lo que quieres es leer en la cama.
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Cabecero capitoné de terciopelo a medida. Apliques, similares en Naluz. Bamqueta y cortinas, de Pantay. papel pintado Nomades de Élitis, en Gancedo.
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En pareja
Colocar unos apliques a cada lado de la cama no tiene que ser siempre una cuestión práctica. También puede responder a ciertos estándares estéticos. En un dormitorio con papel pintado en el cabecero, unos apliques darán vida a una pared, especialmente si no se coloca ningún otro elemento, como un cuadro o un espejo. Al ponerlos en la pared, asegúrate de que dan luz a cada lado de la cama, sin quedar demasiado lejos, pero tampoco demasiado cerca, de manera que sean un impedimento para sentarse cómodamente, apoyando la espalda en el cabecero.
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Cómoda antigua, del estudio de Natalia Zubizarreta. Apliques, de Otherlamps. Espejo, de Becara.
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Un clásico en el baño
El baño es uno de los espacios de la casa más tradicionales en los que se colocan unos apliques. No ocupan espacio y, gracias a su diseño y acabado, son capaces de dar ese estilo que buscas sin saturar el espacio. Estos, gracias a su tejido en blanco con rayas negras, aportan un aspecto clásico que se da la mano tanto con el espejo, como con el mueble de baño recuperado. La única precaución que debes tomar al elegirlos es que sean aptos para el baño, es decir, han de tener un Índice de Protección 44 (IP44).
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Terraza con sofá de obra y plantas.
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Lleva la luz al exterior
La fachada exterior de tu casa, ya sea la del porche, la terraza o el balcón, es muy adecuada para colocar unos apliques que iluminen. Los podrás encontrar con muchísimos diseños que encajen con el resto de la decoración o con el estilo exterior de tu casa. Al igual que en los que eliges para el baño, tendrás que tener en cuenta su Índice de Protección. Aquí han de tener, como mínimo un IP54, que las proteja de la lluvia torrencial y de las partículas de polvo.