Pia Capdevila, interiorista: "Un cuadro mal colocado puede arruinar la armonía de un espacio. No cometas estos 7 errores"

“El error más común es colgar los cuadros demasiado altos o demasiado bajos sin pensar en la altura de quien los observa. Los cuadros deben estar a la altura de los ojos de las personas que habitan la casa”. Pia recomienda pensar en la funcionalidad y la estética de cada espacio. Por ejemplo, en un salón, donde solemos estar sentados, los cuadros deberían estar algo más bajos que en un pasillo, donde predominan vistas de pie.

"En el caso de las composiciones, la distancia entre los diferentes cuadros no debe hacerse a ojo. Hay que marcar bien toda la composición presentándola en el suelo y luego trasladarla a la pared con precisión." Pia insiste en que dedicar tiempo a esta planificación evita errores y aporta un acabado profesional. Lo ideal es medir las distancias entre los cuadros y usar un nivel para garantizar que las líneas sean rectas y coherentes.

"Colgar los cuadros con un solo punto de apoyo en el centro puede ser un desastre. En ocasiones, se moverán y se verán torcidos, afectando la estética general", asegura. Para cuadros grandes o composiciones, Pia recomienda utilizar dos puntos de apoyo para evitar que se desplacen con el tiempo. Además, usar un nivel de burbuja durante la instalación garantizará un resultado perfecto.

“Hacer agujeros en la pared para soportar cuadros ligeros es un error que podría evitarse con soluciones más prácticas y limpias”, comenta Pia. Hoy en día existen ganchos adhesivos de alta resistencia o rieles de sujeción que permiten colgar cuadros sin dañar la pared, ideales para viviendas de alquiler o para quienes les gusta cambiar la decoración con frecuencia.

Un error frecuente, según Pia, es elegir cuadros sin tener en cuenta el marco. “El marco es tan importante como la imagen o lámina en su interior. Si no está bien coordinado con el estilo de la decoración, el cuadro desentonará.” Para evitarlo, recomienda optar por marcos que complementen los colores de las paredes o el mobiliario, ya sean de madera natural para un estilo nórdico o negros para un toque moderno.

Finalmente, Pia señala que la iluminación de los cuadros es clave para realzar su belleza. “Colgar un cuadro en una pared mal iluminada hace que pase desapercibido, mientras que una iluminación puntual lo transforma en un foco decorativo.” Una opción sencilla es añadir apliques o focos de luz dirigidos a los cuadros para resaltar sus colores y texturas, dándoles el protagonismo que merecen.

Pia advierte: “Un cuadro pequeño perdido en una pared grande puede parecer insignificante, mientras que uno demasiado grande en un espacio reducido puede resultar abrumador.” Para encontrar el equilibrio, lo ideal es que el cuadro o composición ocupe entre un 60% y un 75% del ancho del mueble que esté debajo (como un sofá o una consola).