¿Cómo elegir (bien) los estores para tus ventanas?

Los estores son una buena solución para vestir las ventanas y regular la entrada de luz y el grado de intimidad, ya que puedes subirlos, bajarlos o dejarlos a media altura. Además, son la mejor opción para ventanas complicadas y para las que no llegan al suelo. 

Los distintos estores son: enrollables, los de paquete (o paqueto) y los de varillas. Los de paquete, son los que hacen una onda, los más utilizados. Los venecianos son más sofisticados con ondas estrechas y muy marcadas -funcionan con mecanismo de cuerdas-. Los estores de varillas pliegan a franjas (se ponen menos porque son incomodos a la hora de lavar) y los enrollables tienen que estar hechos con un tejido encerado o de plástico.

“Dependiendo del tipo de confección es más conveniente un tipo de tejido u otro”, indica Beatriz Gancedo, directora de comunicación de Gancedo. Los enrollables son los que precisan de una tela encerada o plástica (tipo screen), el resto puede usar otras telas pero en la tienda te asesorarán acerca del mejor tejido según su consistencia.

Piensa que en la elección de la tela están jugando también con la cantidad de luz que dejará pasar el estor. Las más gruesas, oscurecen más la estancia mientras que las más finas, filtran y tamizan sin restar luminosidad. Lo mismo ocurre con el uso de colores más o menos intensos. Además, ten en cuenta que el uso de colores fuertes, oscurece, pero también “colorea” la luz interior. Lo ideal es que el resultado sea lo más parecido a la luz natural.

Según Beatriz, las telas que más se emplean en la confección de estores para las ventanas son las lonetas mezcla de poliéster y algodón o lino ya que hacen que el tejido sea lavable y que se mantenga bien sin necesidad de plancha. Si se usa visillo, lo suyo es que sea un tejido transparente, pero resistente (en un diseño de varillas, como pesan, pueden rasgar un visillo fino). Y los tejidos menos usados son los linos 100% porque se arrugan mucho”.

Las telas que se usan para confeccionar estores enrollables han de ser tejidos tratados que tengan una terminación rígida (tipo PVC) o encerados, para que la circulación sea fluida. Si no es así, no enrollarán bien nunca.

Según el tejido y el grado de luz que dejen pasar, los estores enrollables pueden ser traslúcidos (deja pasar la luz. Cuanto más claro es el color, más intensa es la entrada de luz); con tejido screen (a base de poliéster y PVC, hacen de pantalla, dejan ver el exterior sin que te vean); estor noche y día (con franjas opacas y traslúcidas) y opaco (no deja pasar la luz. Se usa cuando no hay persianas para oscurecer totalmente la habitación).

Sí, por supuesto. Puedes vestir la ventana con un estor o dos sin más acompañamiento o con estor y caídas o visillos a los lados. La ventana queda completamente vestida. En este caso las caídas son meramente decorativas o bien pueden ayudar a oscurecer aún más si las echas sobre el estor. Se suelen instalar en rieles o en barra “por delante” de éste.

Puede ir a techo o a pared, a veces incluso se instala en la caja de la persiana. Según esa instalación, deberás tomas las medidas de alto –desde el lugar donde vaya colgado- hasta el techo o el mueble donde apoye. Si no hay un mueble delante de la ventana, el estor se puede llevar al suelo o donde termina la ventana o empieza el radiador. Si el estor va sin caídas a los lados, llévalo hasta el suelo.

Medir el ancho de la ventana para llevar la medida a la tienda donde vayan a confeccionar el estor es “medir el vano de la ventana pero puede que quieras tapar algo más los laterales y entonces hay que medir desde donde se quiera cubrir”, explica Beatriz Gancedo.

Desde Gancedo nos asesoran acerca de los precios según el tipo de estor: estores de varillas con mecanismo compacto 75 €/m; los de paqueto, con mecanismo compacto 75 €/m y los venecianos mecanismo a cuerdas 125 €/m. Los estores enrollables depende del tipo de tejido screen, están alrededor de 70 €/m.