El baño se consolida como un espacio emocional, donde el diseño ha tomado las riendas para ir más allá de las necesidades estrictamente básicas y funcionales. ¡Quién lo diría! Cuando ha sido un lugar relegado a un segundo plano -decorativamente hablando- durante tantos años. Ahora, las tendencias también calan en este lugar, donde la privacidad y la intimidad no solo se consiguen a través de materiales, formas y acabados, sino también gracias a novedosas paletas de color que proponen los interioristas y las firmas expertas en la material. ¿Vemos que nos depara este último tramo de 2024?