Una cocina y baño pequeño con grandes ideas que lo tienen todo (y han aprovechado al cien por cien su espacio)

En esta cocina pequeña se respira paz. Su diseño, su distribución, la elección de los colores... todo juega en su favor. La isla es nueva, ya que antes sus dueños no disponían del espacio suficiente para tenerla. No obstante, no son necesarios demasiados metros cuadrados para poder colocar una en nuestra propia cocina.

Le da un aspecto más moderno, además de que resulta de lo más versátil y puede ser multifunción. Lo que sí que se ha mantenido son los muebles bajos de la cocina, aunque la interiorista los ha pintado de blanco para darles un nuevo acabado. 

Las cocinas pequeñas, que cuentan con un diseño en 'L', consiguen que el tránsito por ellas sea mucho más cómodo. Además, en esta cocina, que cuenta con su propia isla, el espacio queda repartido entre zona de trabajo y una zona más de desayuno y comidas más ligeras y rápidas. Gracias a este diseño, se han podido integrar y mantener los muebles bajos, que cuentan con mucho almacenaje de forma discreta. La isla también tiene sus propios cajones.

Lo principal en las estancias pequeñas, es que estén dotadas de luz. La luz amplía visualmente los espacios, además de hacerlos más cálidos, acogedores y agradables. Antes del paso de la interiorista, la cocina estaba cerrada, pero la reforma de la casa y la elección de colores claros, ayudaron a hacerla más grande. ¿Otra idea? “Para dar unidad y calidez, salvo en la zona de trabajo de la cocina, todas las paredes tienen papel pintado de un tono arena”, explica Celia.

El cuarto de baño mini, en realidad tiene mucho que aportarnos. En él se han instalado dos estantes volados, uno de madera de teca que acoge el lavabo y combina con las molduras clásicas del techo, y otro como balda de almacenaje con unas bonitas y prácticas cestas de mimbre para dar calidez a esta zona que, por lo general, suele ser fría.

En el baño no se ha pretendido ocultar nada. Todo queda a la vista. Esta es una forma de no sobrecargar un espacio tan pequeño con elementos superfluos. Todo lo contrario. Al ser pequeño no se ha querido sobrecargarlo con elementos superfluos. Para potenciar aún más la luz, se han colocado dos espejos en lugar de uno, que consigue crear un efecto de amplitud visual mucho mayor. 

Los pocos metros cuadrados destinados a la cocina y al baño y, en general, de la casa en sí, no han impendido que sean dos zonas que destaquen y de las que se pueda presumir de toda la vivienda. Pese a las limitaciones de espacio, la propia interiorista nos confiesa que si viéramos el antes y el después nos quedaríamos de piedra. "Quienes lo han visto han quedado asombrados porque, aunque pecaba de poco espacioso y oscuro, ahora es completamente diferente", afirma.