A veces, traer la elegancia del pasado puede ser el mejor ingrediente para darle una nueva vida a un piso. Con esta premisa, los interioristas Iñaki y Harri Mujika, de Mujika AramediDecoración, reformaron esta vivienda de 131 años en el corazón de San Sebastián.
La ciudad presume de edificios románticos llenos de historia y personalidad, una esencia de la que se enamoró la propietaria Leire cuando paseaba por su centro histórico. Así es como decidió comprar un piso construido en 1892 protagonizado por la luz, la amplitud y el increíble potencial que logró sacar a la luz gracias a la ayuda de los interioristas.
¿El resultado? Una casa de ensueño que combina el indiscutible saber hacer de la tradición y los detalles modernos. ¿Lista para descubrirla? Sigue leyendo...
Mucha luz y carácter
“Vaciamos y redistribuimos la casa por completo. Revisamos estructuras, vigas... Eliminamos los pasillos, incorporamos una habitación al salón y adelantamos la cocina para que todo quedase integrado en el mismo espacio”, cuentan los interioristas.
Así, se trata de una vivienda señorial adaptada a las necesidades actuales de la familia, sin perder la esencia que tanto le representa. ¿Los detalles que más le definen? Las molduras, color dorado y madera natural.