Una cocina pequeña (de 7m2) estilosa y de revista: tiene isla, sigue las tendencias de 2025 y es monísima

¡Wow! La calma y la paz que inspira esta cocina, hace que reine en ella el silencio y la tranquilidad. "Hemos jugado con la calidez de la madera de roble natural y la hemos ensalzado con un único tono de blanco roto monocolor tanto en el mobiliario a medida como en las paredes", dicen los interioristas. "La sensación de profundidad y de detalle la hemos generado con distintas texturas, además de un único cambio de tono en una pared clave entre la cocina y el recibidor", nos explican.

Y es que la sencillez de esta cocina, con esas tonalidades tan claras y suaves, se suma a la luminosidad natural que entra por el gran ventanal situado a la izquierda y que potencia cada uno de sus rincones, ensalzándolos y contrastándolos aún más. ¡Nos encanta!

La cocina, además, cuenta con esta pequeña isla que aumenta el espacio de trabajo, pero que también se convierte en el perfecto desayunador, que facilita las distintas dinámicas familiares. La gama cromática de la isla es la misma que en el resto de la cocina, manteniendo así esa sensación de pureza, equilibrio y armonía. Los taburetes se han escogido altos porque, al tratarse de una isla y una cocina pequeña, se optimiza mejor el espacio. ¡Buena idea!

Toda la distribución del mobiliario conforma una 'L' en esta cocina, deja despejada la zona del centro donde se ha podido instalar la isla y así, hacer esta cocina mucho más práctica. Además, cuenta con mucho almacenaje que se ha disimulado en todo este mobiliario blanco sin tiradores, y que se integra a la pureza del blanco de las paredes, generando así mucha continuidad y amplitud visual. Ideal para cocinas pequeñas. Los electrodomésticos de gran tamaño han quedado escondidos en los panelados que van de suelo a techo, dejando únicamente a la vista el horno y el microondas.

Se ha sacado partido al espacio reducido de esta cocina gracias a estas estanterías que, tiene una esencia decorativa y hogareña al crear un escaparate de botes, utensilios y demás enseres de las cocinas, pero que a su vez, mantienen el orden y la organización de dicho espacio al aprovechar los huecos vacíos de las paredes. De esta forma, quedan algo vestidas, puesto que al ser un espacio tan blanco, puede terminar generando una sensación de frío. Esto se intenta evitar gracias a las estanterías de madera, así como los taburetes e incluso el suelo de la casa.

Además de toda la zona de almacenaje compuesta por panelados y armarios con electrodomésticos integrados y escondidos, cabe destacar, sin ninguna duda, la zona del comedor. La mesa de comedor se acompaña de cuatro sillas, todas ellas realizadas en madera de teca natural y cuerda, y el conjunto descansa sobre una gran alfombra en un color gris que combina a la perfección con el blanco predominante de la cocina y los toques de madera que generan esa calidez buscada (y conseguida).