"El Mueble es para mí, sinónimo de calidad, mi punto de referencia. Sois en lo que pienso cuando estoy comprando decoración. ¡Así que no sé deciros cuanto tiempo llevo comprando la revista, solo sé que soy incapaz de tirar ninguna y ya no sé donde guardarlas!". Así se presenta Marisa Iglesias, una amante de la decoración que tiene un cálido y acogedor ático en un pueblo de Valencia.
"Sin duda mi gran afición es la decoración, aunque soy florista desde hace 20 años y me encanta mi trabajo. Por eso mi casa se ha ido transformando con el tiempo, definiendo mi estilo y gracias a El Mueble, aprendiendo a reconocer la CALIDAD, así, con mayúsculas", afirma Marisa.
"Vivo junto a mi marido y mi perrita Oli en este ático de 95 m2 de vivienda y 40 metros de terraza en un pueblo de Valencia", explica la protagonista de este reportaje. "El ático lo compró mi marido sobre plano hace unos 14 años, cuando aun era muy joven, y la verdad es que acertó de pleno. Su forma rectangular y su corto pasillo en T aprovecha los metros al máximo y diferencia la zona de día de la de noche sin perder espacio", añade.
"Una peculiaridad de nuestra casa, es la hamaca del salón. Se vino con nosotros de un viaje y para poder disfrutarla todo el año, la instalamos en el salón. Las noches de verano tumbada en ella, con la brisa entrando por la ventana y un buen libro, son mi debilidad", confiesa nuestra lectora.
Marisa comparte su afición por la decoración en su cuenta de Instagram @maiglesa, en la que podéis ver muchas más fotos de su casa. "Es muy luminoso, como se puede apreciar en las fotos, porque a excepción de los baños y el vestidor, toda las estancias tienen acceso directo a la terraza", asegura nuestra lectora.
"Los primeros días de caos con la mudanza, poniendo suelo laminado junto con un amigo carpintero, montando muebles, los electricistas con las luminarias... y sonrío, porque de eso hace 10 años y por aquí han cambiado muchas cosas", recuerda Marisa.
"Soy una ávida lectora, por eso una librería de pladur preside la zona del comedor. Para ganar armonía, he colocado algunos libros del revés previamente ordenados alfabéticamente y dejando del derecho otros como referencia. Eso es otro de mis problemas, ya no sé donde guardar los libros!", admite.
"Hicimos un cabecero de pladur en la habitación de matrimonio y no puedo estar más contenta con la decisión. ¡Da mucho juego!", revela Marisa.
Nuestra lectora también reconoce que le encanta el bricolaje y, entre otras cosas, la restauración de muebles. Nos manda un ejemplo:
¡La verdad es que le ha quedado muy bonito!
Y las plantas son las dueñas de la terraza de Marisa.