Cómo pintar una habitación: todo lo que necesitas saber antes de ponerte manos a la obra

Si te has cansado del color de alguna de las habitaciones de tu casa o las paredes están muy sucias y necesitan un lavado de cara, debes tener en cuenta ciertos aspectos antes de ponerte manos a la obra. Y es que, aunque pintar una habitación, es una tarea sencilla es importante tener ciertas cosas claras antes de empezar a aplicar la pintura.

Y es que no es lo mismo pintar sobre una pared blanca que sobre una de color, como no es lo mismo si es la del baño o la de un dormitorio. Además, también es muy importante el tipo de pintura que elijas, así como las herramientas que te ayudarán en la tarea. Repasamos cada aspecto para que pintar una habitación sea fácil y el resultado, satisfactorio.

Primero, elige la pintura

La elección de la pintura es fundamental para pintar con éxito una habitación. Lo más recomendable es elegir una pintura de calidad, con gran poder de cubrición.

¿Pintura plástica o sintética?

La primera es la más utilizada para pintar una habitación, ya que se puede limpiar fácilmente al tener base al agua, es inodora y se seca rápido. Tienes diferentes acabados (mate, brillante y satinado), así como una gran gama de colores dependiendo de la marca. Mientras, la sintética es la más duradera, aunque seca más despacio. Asimismo es más difícil de limpiar: necesitarás disolventes. Es la más recomendable para zonas húmedas, como baños y cocinas, por su durabilidad y resistencia.

Para los baños, elige una pintura antimoho y antihumedad, que garantizarán la durabilidad del acabado. Además, son impermeables.

¿Mate, satinado o brillante?

Otro de los factores al elegir la pintura para las paredes es el acabado. Si lo eliges mate, el resultado será más moderno. Los satinados ofrecen un brillo delicado y una textura sedosa, mientras que los brillantes se caracterizan porque se pueden fregar y limpiar con facilidad.

Qué debes tener en cuenta al elegir la pintura

Como comentábamos, una pintura de mayor calidad es la mejor opción, ya que con ella tendrás que dar menos capas. Por eso, has de fijarte en el nivel de cubrición de la pintura, el rendimiento (reflejado en litros/m2) y el tiempo de secado (especialmente si es una habitación que tengas que usar).

¿Y el color?

Si es una habitación con poca luz natural, te recomendamos que te decantes por un blanco, pero no puro. Un blanco con algún matiz cálido, como un blanco roto, un blanco hueco y hasta un beige, serán opciones que darán luminosidad y calidez al mismo tiempo. En cambio, si la estancia tiene mucha luz, tus posibilidades se multiplican. Puedes utilizar tonalidades más intensas, especialmente si la estancia es grande, O, incluso decidirte por pintar una habitación en dos colores, creando una pared de acento que proporcione profundidad o que destaque la pared del sofá, del cabecero, etc.

Pintar sobre paredes oscuras: qué tener en cuenta

Para pintar una pared oscura con un color más claro, además de elegir una pintura de alta cubrición, puede que sea necesario dar previamente una capa de imprimación. La mejor opción es una imprimación de látex de gran cobertura para interiores.

¿Cuánta pintura necesito para pintar una habitación?

En este aspecto tendrás que tener en cuenta dos factores: la dimensión de la habitación y el rendimiento de la pintura. Así, si vas a pintar las paredes mide su longitud por la altura y multiplica: te dará los metros cuadrados de esa pared. Suma la superficie de todas las paredes y resta (aproximadamente) la de puertas y ventanas. Aun así, siempre es recomendable coger un poco más de pintura por si acaso nos quedamos cortos o tienes que hacer algún tipo de reparación en el futuro. Si también vas a pintar el techo, aplica la misma fórmula.

 

 

Prueba antes de elegir

Hay marcas que ofrecen probadores de pintura para que elijas el color con el que pintarás la habitación. Ten en cuenta que la pintura no se ve del mismo color cuando está húmeda que cuando está seca. Y lo mismo pasa con la luz: si la ves con la luz de la bombilla, el tono será distinto que si le da el sol o está atardeciendo. Haz una prueba previa con varios colores antes de comprar pintura para toda la habitación.

¿Qué día es mejor para pintar?

Aunque no lo creas, sí, hay días mejores y días peores para pintar tu casa. Lo ideal es hacerlo un día seco, mejor que uno lluvioso, ya que a pintura tardarás en secar. Tampoco lo hagas si hace mucho calor, ya que se secará demasiado rápido.

¿Qué se necesita para pintar una habitación?

Además de la pintura y la imprimación (si quieres pintar de un color más claro que el que tienes actualmente), necesitarás:

• Cinta de carrocero
• Papel protector para el suelo (valen periódicos viejos)
• Brocha de recorte
• Rodillo (si la pared es lisa, elige un rodillo de pelo corto, antigota. Si tiene gotelé, elige un rodillo con el pelo más largo –aunque salpicará más–).
• Extensor de rodillo para que sea más fácil pintar.
• Bandeja de pintor
• Destornillador
• Espátula
• Masilla tapagrietas
• Lija fina

Cómo pintar una habitación paso a paso

Después de haber elegido la pintura y el mejor día para pintar, así como tener listos todos los materiales y herramientas que vas a necesitar, llega el momento de pintar la habitación.

• Paso 1. Saca todos los muebles, accesorios y adornos de la estancia para trabajar más cómodamente. Si no es posible, los puedes colocar todos en el medio de la estancia, donde menos estorben y tapados con unas sábanas viejas para protegerlos. Descuelga también todo lo que tengas en las paredes, así como las cortinas, la lámpara...
• Paso 2. Limpia las paredes de telarañas y polvo. Puedes pasar un escobón o hacerlo con un trapo seco.
• Paso 3. Protege el suelo con el papel de periódico o un plástico y fíjalo con cinta de pintor para que no se mueva. Protege también los marcos de ventanas y puertas, así como enchufes e interruptores.

• Paso 4. Arregla los desperfectos. Aprovecha este momento que tienes las paredes despejadas. Con un poco de masilla tapagrietas y una espátula, rellena los agujeros y pasa bien la espátula hasta dejar la superficie tan lisa como puedas (cuando se seque puedes pasar una lija fina suavemente). Si la pared es de gotelé, intenta imitar su acabado. En cualquier caso tendrás que esperar a que la masilla se seque antes de ponerte a pintar.
• Paso 5. Si vas a pintar toda la habitación, es habitual que te preguntas ¿qué se debe pintar primero el techo o las paredes? Pues para que el trabajo no se estropee, es mejor empezar por el techo. En concreto por las esquinas, e ir pintando poco a poco por partes. Así las salpicaduras no estropearán el trabajo que ya has hecho. Un consejo: puedes esperar a que se seque bien el techo y poner cinta de carrocero en la junta para que no se manche cuando pintes las paredes.
• Paso 6. Pinta las paredes. Si quieres saber cuál es la manera correcta de pintar una pared, has de saber que lo ideal es empezar por las esquinas, aplicando la pintura con la brocha de recorte (especial para esquinas). Después, con el rodillo, empieza a aplicar la pintura de arriba a abajo. Moja el rodillo en la bandeja de pintor, haciéndolo rodar y empapándolo bien de pintura. Sacúdelo para eliminar los restos de pintura y colócalo en la mita de la pared. Sube hasta el techo (cuidado de no mancharlo) y, sin levantar el rodillo, bájalo hasta el rodapie si es posible. Avanza poco a poco en trazos largos hasta que el rodillo se quede sin pintura y repite. Un consejo: no presiones el rodillo contra la pared, solo tiene que rodar.
• Paso 7. Espera entre capa y capa lo que indique en las instrucciones del fabricante de la pintura. Cuando se haya secado, podrás aplicar la segunda.
• Paso 8. Retira todas las protecciones que has hecho con la cinta de carrocero antes de que se seque del todo, ya que a veces puede desconcharse.
• Paso 9. Limpia la habitación y las posibles manchas que hayan podido quedar. Finalmente, vuelve a colocar los muebles, adornos y decoración.

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