Antes y después: de piso aburrido y sin ventanas a coqueto, luminoso y con cocina abierta (con planos)

El piso tenía potencial, pero perdía muchos puntos porque apenas tenía ventanas. Eso le hacía perder metros visualmente y amplitud, a la vez que la decoración y revestimientos existentes eran oscuros y estaban desfasados. Era necesario hacer una reforma integral para redistribuirlo, redecorarlo y volver a hacer de este centenario hogar, uno de habitable. 

Lo redistribuyó para crear un espacio diáfano de cocina-comedor y conseguir una suite más grande con baño incorporando, además de otra habitación extra. Como ves, el salón quedó mucho más amplio y el suelo de madera sumó confort al diseño. ¿Te gusta el sofá? Es de piel y viene con un puff a juego para más comodidad. 

"Los factores clave que marcaron y definieron el interiorismo -a petición de los propietarios- fue la atemporalidad, por un lado, con su toque personal, y que se convirtiera en un piso acogedor, por otro", explica Anna Marsal. ¿Otra idea? Incorporaron una chimenea de bioetanol en la zona del televisor para darle un toque romántico, junto a las plantas y flores que aportan naturalidad. 

Después de la reforma, esta vieja y compartimentada estancia es ahora una cocina blanca y moderna. Debía convertirse en el corazón de la casa, "por lo que se tiró una pared maestra para unirla en un solo espacio con el comedor y aportar luz natural al espacio. Los propietarios querían que fuera funcional, que conectara con el resto de la estancia y que siempre se viera ordenada", relata la interiorista. 

La cocina se unificó con la estética del piso, con puertas lacadas blancas sin tiradores y molduras en la zona de la barra. "Se creó un mueble de roble, convirtiéndolo en el nexo de unión entre la cocina y la zona del comedor. Lo que había sido un antiguo banco de trabajo, también se restauró y sirvió para dar personalidad llenándolo de objetos", nos cuenta Anna.  

Otra de las claves de la reforma está en el pasillo, que restaba mucha luminosidad al resto de la vivienda. "El reto de esta parte de la casa fue romper con la sensación de túnel. Forramos las paredes con paneles lacados blancos -como en la cocina- para que las puertas a las habitaciones quedaran escondidas y trabajamos la luz indirecta con tiras leds para aportar calidez", detalla la experta. 

Las paredes y los suelos de los dormitorios no tenían personalidad ni iban en sintonía con el resto de la casa. ¿Qué hicieron? Unificar materiales y espacios. 

El dormitorio principal cuenta con un vestidor y un baño en suite, que se amplió para hacerlo completo. En la pared, crearon unas molduras en línea con el aire romántico de la decoración de la casa. Y, ¿qué opinas de los detalles negros sobre el roble y el blanco? Para nosotros siempre es una combinación ganadora. 

Las habitaciones infantiles de sus dos hijos se adaptaron a sus necesidades. En una de ellas, se diseñó un cabecero original en forma de casita. ¿El resultado? Una habitación divertida y práctica al mismo tiempo, que se diferencia de la otra, que sigue con la estética neutra y acogedora del piso. 

La luminosidad también ha tenido un papel destacado en el baño, ¡que cambió por completo! Incluso ha crecido... Antes estaba abarrotado y la ducha le restaba muchos metros. Por no hablar de las baldosas, que estaban totalmente desfasadas. 

Ahora es un rincón confortable, bañado por focos de iluminación indirecta y arropado por toda la calidez del efecto madera. El gran mueble del lavabo, que es la joya de la corona, combina con el suelo y resulta de lo más estiloso. ¡Cuánta luz hay ahora!

En la distribución original del piso la cocina estaba cerrada y el pasillo era demasiado largo y oscuro. Además, faltaba espacio para el baño de la suite. 

Con la reforma, se creó un solo espacio central con salón-comedor y cocina abierta, y se diseñaron dos habitaciones infantiles más funcionales. Además, se ganó espacio en el baño de la suite quitándole al vestidor.