Antes y después: de casa aburrida a moderna y acogedora con mucha madera y un recibidor especial (con plano y vídeo)

Desde el primer momento, el interiorista tuvo claro que esta vivienda de más de 50 años debía reformarse completamente, ya no solo por cuestiones estéticas, sino por motivos estructurales, y así se lo transmitió a los nuevos dueños. Durante los tres meses que duraron las obras se realizaron trabajos de demolición, alicatados, instalaciones eléctricas... además de la fabricación de mobiliario a medida, todo de la mano del propio estudio de interiorismo.

"Ahora estoy a gusto, pues cuando entro siento que estoy en un hogar. Nosotros buscábamos sencillez y calidez, pero, sobre todo, que fuera un lugar especial. Y lo hemos conseguido", confiesa la propietaria. 

El acceso a la vivienda presentaba un problema que para los nuevos propietarios no era de su agrado: la puerta de acceso daba directamente al salón, sin contar con el clásico recibidor que sí tenían en su anterior piso. Para ganar intimidad, el interiorista decidió separar el recibidor del salón con un cubo revestido de listones de madera de nogal que, de alguna manera, evita la visión directa al interior de la casa. Dicha pieza, hecha adrede para este proyecto, integra también un mueble tipo consola creando así la atmósfera de un pequeño y práctico recibidor, antes inexistente. 

Todo lo largo de la pared de la entrada se ha aprovechado para colocar un gran armario empotrado para el almacenaje, tal y como pedían los propietarios. Los frentes son completamente lisos, sin tiradores y con efecto "push" de apertura, para generar una visión lo más discreta e integrada posible.

Además, el color blanco del armario contrasta con el acabado de madera del cubo. Esta línea estética es la que se encuentra en todo el proyecto, basada en tonos neutros, ocres y blancos y el uso de madera. También se han añadido algunos toques de negro dentro de la paleta cromática. Aquí se visualiza en el techo, concretamente en la fila de luces empotradas.

Como el salón era demasiado pequeño, decidieron prescindir del comedor para crear una estancia más acogedora y confortable. Se diseñó un gran mueble en forma de L muy versátil que integra la chimenea, hace de mueble de TV y librería y esconde los equipos de climatización (aire acondicionado y radiador). Otro frontal justo al lado posee la chimenea, que queda muy disimulada, y unos armarios altos con estantes que exponen elementos decorativos.  

¿Qué más hicieron? Colocaron un gran sofá con chaiselongue, elegido en color hueso al igual que las cortinas, la pantalla de la lámpara de techo y del puff que hace de asiento auxiliar, que se convirtió en la pieza clave de esta estancia. 

El siguiente reto fue la cocina, que debía transformarse por completo. ¿El objetivo? Optimizar hasta el último rincón para poder colocar el nuevo comedor.

La cocina es moderna y la eligieron en color blanco, combinando así el porcelánico vetado en encimera y aplacado. También optaron por distribuir el mobiliario creando dos zonas: una en L, destinada a área de trabajo, zona de aguas, cocción y electrodomésticos, y otra que hace de comedor. ¿Un detalle? Las griferías en color negro -fueron una petición de los propietarios- contrastan con los muebles y van a juego con las "calles" que iluminan el techo y los interruptores. 

En el office, la madera hace de hilo conductor. La vemos en la mesa, en la gran lámpara de techo y en la práctica hornacina revestida de madera de nogal que destaca sobre el blanco inmaculado general y que sirve de mueble desayunador. Todo ello contrasta con el blanco de los muebles y el papel pintado con acabado de espiga, "que potencia la sensación acogedora que perseguían", recuerda Rober ¡Buena mezcla!

Hacia las estancias, un pasillo oscuro y sin gracia que necesitaba estilo y mucho más espacio de almacenaje, otro de los requisitos indispensables para los propietarios. ¿Cómo lo consiguieron? 

Diseñaron un gran armario empotrado con frentes lisos y sin tiradores, para que quedara lo máximo integrado en el espacio. El resto de la pared y las puertas, son muy elegantes: tienen molduras y, de nuevo, son de un color blanco que contrasta con la madera del pavimento. ¿Una pieza clave? El espejo XXL, que da profundidad, decora la pared vacía y pone el broche final.

En las habitaciones infantiles, "apenas ha habido intervención, ya que se podía aprovechar parte del mobiliario juvenil existente, que estaba en perfecto estado", admite el interiorista. 

¿El resultado? Habitaciones súper luminosas y elegantes en línea con el resto de la casa. Hay una un poco más infantil, que tiene litera tipo nido para aprovechar el espacio, y otra con una cama más grande de estilo juvenil para el hijo más mayor. 

El equipo de RQH Studio implementó en ambas habitaciones la misma estética que en toda la casa basándose en la elección de tonos neutros, como el blanco para muebles, accesorios y textiles, con la única licencia de un pequeño tono neutro más subido en el papel pintado para destacar la pared de la cama. 

Lo que antes era una habitación infantil, se convirtió en el dormitorio principal. ¿Cuáles fueron las claves del cambio en este espacio? ¡Muchas! 

Aquí, "destaca el diseño del cabecero tapizado en un precioso terciopelo en un tono piedra oscuro y creado a partir de un marco de pladur revestido, con un panel blanco y líneas diagonales", detalla Rober. ¿Te suena? Es el mismo que se ha utilizado en el salón. Y, si te fijas, los pequeños listones de madera y el papel pintado, con líneas verticales, dan continuidad al espacio. 

Los listones de madera de nogal también forman otros elementos del mobiliario del dormitorio principal. ¿Por ejemplo? Los armarios a medida del vestidor, los cuales se han diseñado en forma de U para integrar el espacio de la antigua despensa de la cocina. ¡Combinan a la perfección con la parte superior del cabecero!

"Tanto la cama, como el pequeño tocador ganado a un entrante de la pared, se han hecho a medida con la misma madera de las mesitas de noche", indica el experto. "Estas se han creado en el final de la línea que dibuja el marco del cabecero, a cada lado de la cama, y me encantan", añade. 

Otro de los problemas de espacio era en el baño: solo contaban con uno, y la familia necesitaba que este fuera mucho más espacioso si toda la familia iba a tener que compartirlo.

Cambiaron la bañera por una gran ducha, de punta a punta. Una original pieza multifuncional, hecha a medida con madera de nogal, oculta la cisterna, sirve de armario y cuenta con una hornacina retroiluminada, muy decorativa. 

También instalaron un doble lavabo hecho a medida con un armario bajolavabo amplio para satisfacer la necesidad de los dueños de tener espacio de almacenaje. Como en la cocina, el blanco contrasta con los detalles negros de las griferías, los accesorios decorativos y el marco del espejo. 

La casa está distribuida en una sola planta de casi 100 m². Gracias a la relación de amistad entre Rober Quiñones-Her y la familia, el interiorista tuvo libertad para implementar aquellos elementos que tanto caracterizan RQH Studio y que dan continuidad al proyecto: una paleta cromática en colores neutros, el contraste de la madera, los toques de negro, las molduras y el papel pintado. Se ha conseguido esa "continuidad en todo el conjunto del proyecto" que solicitaba la propietaria y que se le hacía una difícil de alcanzar por su cuenta por lo que sabía que necesitaba "ayuda de un profesional", reconoce ella misma.