Un acogedor piso pequeño de 56 m2: las ideas ingeniosas para aprovechar el espacio de la interiorista Anabel Soria

Incluso en esta pequeña cocina de casi 7 metros cuadrados, ha sido posible colocar un comedor que sea el elemento separador entre cocina y salón, ya que estos ambientes están abiertos y comunicados entre sí. Esto ha sido gracias a la distribución lineal de la cocina, que dejó un espacio de entrada abierto y diáfano. Este rinconcito se complementó con una lámpara colgante de Zara Home y sillas, que fusionan el negro de sus patas con un asiento en tono gris, de Sklum.

Pero es que, además, la cocina definió también la nueva distribución del salón-comedor, ya que al eliminar las paredes que separaban la cocina y un pequeño pasillo de entrada, se amplió el espacio y se potenció la entrada de luz al acceder a la vivienda

Esta cocina, a pesar de sus 7 m2, ha conseguido convertirse en el espacio perfecto para el trabajo de su propietaria. Antes de la llegada de la interiorista, era independiente, totalmente cerrada, muy pequeña y con varias esquinas que complicaban su practicidad. Por ello, se tiraron los tabiques y se unificó la cocina con el comedor. Al ser ahora una cocina con distribución lineal, el ancho del espacio permitió incorporar un frente de armarios altos para escobero, despensa y una pequeña hornacina decorativa para café, lo que redujo el volumen visual del conjunto.

En cuanto a su decoración, esta cocina destaca por un luminoso color blanco, que se extiende como el protagonista del espacio, combinado con detalles en dorado, como en tiradores y grifería. La encimera de piedra natural aporta calidez y armonía.

¡Llegamos al baño! En él, no vemos tanta calidez y color como en el resto de estancias, pero sí que se ha decorado para ser un espacio moderno y muy elegante. "El baño se amplió aprovechando parte de la antigua galería de la cocina. Esta fue cerrada por el lado de la cocina y abierta hacia el baño, utilizando esta zona para instalar una ducha. Además, el nuevo tabique, que cerraba con la cocina, se aprovechó para incorporar una hornacina donde depositar geles y otros productos", explica la interiorista.

Para los dormitorios, bases neutras y sencillas. Gracias a ellas, se pudo aportar color a través de los textiles. Y es que a la propietaria de la vivienda le encanta cambiar las tonalidades según la temporada o las tendencias. De esta forma, al tener una base muy versátil y atemporal, puede jugar con los colores, estampados y estilos que quiera. El blanco de los muebles o accesorios y el beige del cabecero, facilitan la posibilidad de personalizar el ambiente en cualquier momento o época del año.

Lo mismo sucede en este otro dormitorio, que también se ha equipado con una base muy neutra y se ha jugado con el color de los textiles. De esta forma, la propietaria puede adaptar sus dormitorios siempre que le apetezca, actualizándolos y siguiendo las últimas tendencias. ¡Bien pensado!

Anabel Soria, arquitecta e interiorista, fundó su propio estudio en 2021, que opera principalmente en las provincias de Valencia y Madrid, caracterizándose por su enfoque cercano y trato personalizado con el cliente. La personalidad y esencia de sus proyectos se encuentra en su capacidad de adaptarse a las necesidades específicas de cada cliente, sin perder su sello profesional. Escuchar al cliente es fundamental, ya que cada proyecto está diseñado para ser el reflejo de una nueva etapa en la vida de sus protagonistas, adaptándose a su entorno y estilo de vida.