13 ideas innovadoras de nuestros PISOS PEQUEÑOS favoritos: cabeceros de obra, aprovechar las escaleras y mucho más

En los pisos con pocos metros cuadrados, abrir las zonas comunes siempre es buena idea. Pero claro, a nadie le gusta que los olores de la cocina pasen al salón. ¿La solución? Instalar puertas correderas de cristal. De este modo, los ambientes pueden separarse sin renunciar a la entrada de luz y sin perder la conexión visual. Otro truco de interiorista para potenciar la luminosidad es elegir la perfilería de las puertas en color blanco. El resultado es impecable.

Puede que fantasees con un gran cabecero con tapizado capitoné, pero si tu habitación apenas tiene espacio, deberías pensar en soluciones más ingeniosas. ¿Nuestra favorita? Construir un cabecero de obra con hornacinas. En la repisa superior tendrás un hueco maravilloso para añadir decoración, y en las hornacinas podrás almacenar lo típico de las mesillas de noche.

¿Vives en un mini dúplex? Pues te estás perdiendo un espacio de almacenaje increíble. ¿Dónde? En el hueco bajo la escalera, porque podrías usarlo para instalar una solución a medida de armarios y cajones y convertirlo en una despensa, un armario vestidor con zapatero... ¡Hay muchas posibilidades!

Dormir en una habitación demasiado pequeña puede ser bastante agobiante, pero tenemos la solución: abrir el dormitorio al baño. En función de la distribución puedes, por ejemplo, colocar el lavabo próximo a la cama e instalar una puerta corredera que separe la zona de ducha e inodoro. También puedes dejar un murete como divisor de ambientes, o utilizar el mismo cabecero como separador. La idea es que resulte cómodo y estético.

Cuando la distribución y el ingenio se alían, surgen soluciones tan estupendas como la de este pequeño office. Con el diseño del banco en L, se aprovecha el hueco libre de la esquina, permitiendo acoger a más comensales. Y como colofón, el banco dispone de almacenaje en su interior. Maravilla.

En los pisos reducidos, cada centímetro es sagrado, y por eso mismo, las estanterías a medida siempre suponen un acierto. Puedes hacerlas de obra o encargarlas en cualquier tienda especializada o carpintería. Aunque su precio es más elevado, no conseguirás esa optimización del espacio con ningún otro mueble (y aquí lo importante es pensar a largo plazo). Además, las puedes instalar donde más lo necesites, con total libertad: como librería en el salón, a modo de cabecero de cama con almacenaje... ¡Tú decides!

Aunque nos encantan los muebles de TV por el estilazo que pueden darle a los salones, a veces no hay más remedio que renunciar a ellos. ''¿Y qué hago con la televisión?'', te estarás preguntando. Pues muy fácil: instalarla dentro de una hornacina en la pared. Así quedará protegida, no estorbará la circulación y aprovecharás al máximo el espacio. Además, ¡se verá supermoderna!

Las que amamos la ropa nos ponemos de los nervios cuando no tenemos más sitio donde guardarla. Por eso lo ideal es escoger siempre armarios de pared a pared y de suelo a techo que aprovechan todo el espacio disponible. Un truco que puede ayudarte a que la habitación parezca más amplia, es elegir puertas de espejo. Y el color blanco es innegociable, porque refleja la luz –natural o artificial– como ninguno y logra que cualquier estancia se vea mayor.

Una idea genial en viviendas tipo estudio o en habitaciones polivalentes (que funcionen como despacho y cuarto de invitados), son las camas abatibles. Cuando no se utilizan, quedan perfectamente escondidas dentro del mueble, y a la hora de dormir, es tan sencillo como desplegarlas. ¡Visto y no visto!

A veces, la solución para ganar espacio en un piso pequeño reside en los techos. Y es que muchas viviendas cuentan con falsos techos que ocultan los elementos estructurales, restando metros de altura. Al derribarlos, no solo tendrás más amplitud, sino que a lo mejor también te encuentras con una grata sorpresa, como un fabuloso techo abovedado o unas vigas que pueden darle un toque industrial a tu vivienda. Otro truco es pintarlos de blanco.

En los apartamentos de veraneo, lo más habitual es que se junten varios familiares o amigos, pero si no hay más que uno o dos dormitorios, la cosa se complica. Al menos, hasta ahora, porque con esta fantástica idea, no volverás a tener problemas de capacidad. Consiste en aprovechar el espacio libre del dormitorio para instalar... ¡unas literas! Por el día, puedes vestirlas con cojines como si fueran sofás. Y por la noche, convertirlas en camas. ¿Qué te parece?