Adiós minimalismo: esta será la tendencia favorita de los amantes del ‘menos es más’ que quieren una casa acogedora

Los materiales naturales te ayudarán a lograr esa calidez que necesitas para que la escasez de muebles y de adornos no diseñe estancias desoladas y tristes. Aunque las maderas oscuras son tendencia, este estilo prefiere las claras para vestir piezas principales. Mientras que las fibras vegetales son siempre bienvenidas en alfombras, asientos, lámparas, cestas... ¡Úsalas a tu favor!

En un estilo que bebe del 'menos es más', las texturas son el contrapunto a esta limpieza visual, la mejor manera de imprimir calidez, sin recargar de elementos decorativos ni de colores intensos los ambientes. Tejidos, materiales o acabados jugarán a tu favor.

Además, son apetecibles, aportan personalidad y solo con ellas serás capaz de hacer más acogedor el ambiente. Desde paredes (una tendencia muy actual) hasta alfombras, cojines, ropa de cama..

Un toque verde siempre aportará frescura, nos conectará con la naturaleza y contribuirá a crear una atmósfera tranquila. Por eso, la presencia de plantas naturales (importante el matiz) en nuestras estancias (tienen todas las puertas abiertas) resulta reconfortante siempre, pero aún más al llegar el frío. Eso sí, con medida. Tampoco se trata de tener una selva dentro de casa. 

El minimalismo cálido huye de las explosiones de color que pueden saturar y da la bienvenida a las tonalidades neutras claras: desde el blanquecino (uno de los tonos tendencia en 2025 y en 2026) hasta el beige y el ocre. El blanco puro está (casi) prohibido.

Se trata de buscar tonalidades (cuantas menos mejor)  que diseñen una atmósfera relajante, que envuelvan de calidez, transmitan armonía y potencien la luminosidad del ambiente. Está permitido subir la temperatura con alguna pincelada de tierras y marrones.

Abre las ventanas y permite que la luz natural se cuele y llegue a todos los rincones. Para ello, deja desnudas tus ventanas o pon cortinas o estores casi transparentes que no impidan el paso; no pongas muebles altos que bloqueen la luz y favorece el paso de una estancia a otra. 

También es importante que cuides la iluminación artificial, definiendo tanto su intensidad como su uso. 

No se trata de pasarse a la tendencia bold, sino de introducir alguna pieza redondeada o de formas agradables, que rompa con la rigidez de la línea recta y las esquinas, favoreciendo la suavidad y el movimiento. ¿Alguna idea? Desde un sillón hasta un jarrón o un puf. 

Este estilo apuesta por la sencillez y por el uso de los elementos justos y necesarios. Por eso, debes quitar cualquier pieza o accesorio que no cumpla una función o no aporte nada y esos adornos que mantienes por costumbre y son totalmente prescindibles. 

De la misma manera, es conveniente que mantengas el orden y que evites el exceso de cosas por medio. Una buena organización es sinónimo de una casa práctica y cómoda. 

Estamos ante un estilo funcional y limpio, que huye del abarrotamiento y de lo innecesario. Por eso, evita sobrecargar el espacio de piezas y accesorios, huye de lo superfluo y facilita los recorridos y las transiciones entre una estancia y otra.

Recuerda que el minimalismo va acompañado de sencillez y fluidez, que son clave para crear esta atmósfera. Y que los elementos de un espacio pueden (y deben) cumplir una función, como los armarios empotrados de este recibidor.