Así se adapta el baño para personas mayores: qué peligros hay y cómo solucionarlos

¿Cómo debe ser el acceso al baño? ¡Cómodo! Amplio. Y debe estar libre de obstáculos. La puerta no puede obstaculizar o ser un impedimento en el movimiento dentro del baño adaptado a personas mayores. Así que hay que revisar este punto y plantearse cambiar una puerta batiente inadecuada por una puerta corredera. Otra solución que se puede plantear en un proceso de reforma es hacer que esa puerta abra hacia el exterior (si es abatible) en lugar de hacia el interior del baño. Esto facilita el paso con seguridad y se gana espacio extra. Evita cerraduras en las puertas.

Si siempre es importante que no se produzcan resbalones en el baño, al adaptar el baño para personas mayores debes tener en cuenta que es mejor instalar un suelo antideslizante para evitar que los adultos mayores se resbalen o caigan. Además, la persona que use el baño tendrá mayor seguridad sabiendo que este tipo de suelo es más seguro. ¡Qué importante es elegir bien el pavimento para el baño!

Mejor un plato de ducha que una bañera para un adulto mayor. Es posible adaptar el baño a una persona mayor solo cambiando la antigua bañera por un plato de ducha. Esto es esencial para personas con movilidad reducida. Lo suyo es que esa ducha quede enrasada, sin escalones o desniveles respecto al nivel del suelo -igual que conviene evitar cualquier alfombrilla o elemento que obstaculice el paso-. Y hay que elegir un plato de ducha con un nivel alto de material antideslizante.

También se pueden incorporar a la zona de la ducha elementos que ofrecen seguridad como barras de apoyo instaladas en la pared -para que la persona se agarre o sujete- y asientos especiales. Estas adaptaciones conceden autonomía a la persona que usa el baño, minimizando el riesgo de caída. También es interesante pensar en diseñar hornacinas integradas en la pared para colocar botes y evitar así tanto que tengan que agacharse como baldas que sobresalen y que pueden ser un elemento obstaculizante.

Como complemento final a una ducha en un baño adaptado a personas mayores hay que pensar en escoger la mampara más conveniente. Esta protege de salpicaduras, pero debe tener el acceso y tipo de apertura adecuados. La puerta ha de ser ancha para acceder con comodidad. Una mampara compuesta por un fijo es cómoda. También las puertas abatibles anchas. Existen mamparas dobles, que cuentan con una puerta partida, se puede abrir en dos, por si la persona mayor necesita ayuda a la hora del baño, sin que se salga el agua.

Todo el mobiliario que se incorpore al baño ha de facilitar los movimientos. El acceso ha de ser cómodo. Por eso es bueno contar con cajones que facilitan esta tarea, más que muebles con puertas. También es interesante que queden a cierta altura para que la persona mayor no tenga que agacharse. Tener algún mueble con estantes a una altura confortable (nada de altos que provoque que se estiren demasiado o que se tengan que subir a otros elementos) es práctico. En el caso del uso de un baño por personas en sillas de ruedas, la altura de instalación del mobiliario también ha de adaptarse.

En el caso de los muebles suspendidos, nunca van a tener almacenamiento a ras de suelo que obligue a agacharse al adulto mayor. La zona despejada que queda debajo se limpia con facilidad, por lo que se facilita la tarea de mantenimiento y limpieza del baño. Además, permite que la persona se acerque, introduciendo los pies debajo, cómodamente. Relacionado con la altura, también hay que tener en cuenta que los toalleros y los enchufes deben quedar a una altura adecuada para que facilite el movimiento. Sin tener que retorcerse para llegar a ellos. En el caso de un mueble suspendido debe quedar firmemente anclado o se puede dar seguridad con una estructura ligera abierta (como patas altas) que favorezca la limpieza.

Como veremos a continuación, en el caso de las griferías, es importante que los tiradores de los muebles, así como el de la puerta de acceso al baño y el de la mampara de ducha sean cómodos con superficie de agarre suficiente para que a la persona mayor no le cueste tirar. Tiene que garantizar que lo pueda sujetar firmemente. Hay que evitar tiradores integrados y pequeños tipo pomo. Mejor tubulares.

No solo los grifos y el lavabo han de instalarse a una altura cómoda, sino que hay modelos de grifería más adecuados que otros. Los de palanca o monomando son cómodos porque no hay que hacer fuerza al abrir ni girarlos. ¿Mayor comodidad? Las griferías que se activan por sensor al acercar las manos. En algunos casos, es interesante instalar también barras junto al lavabo para que la persona mayor tanga mayor estabilidad y seguridad en las tareas de aseo.

Es importante cuidar la iluminación del baño para que la visibilidad sea la mejor. Es una sencilla adaptación. Focos de luz en la zona del lavabo, iluminación general y en la ducha. Es decir, a la hora de diseñar la iluminación y colocar los puntos de luz hay que adaptarse a las capacidades visuales del adulto mayor.

Un inodoro adaptado concede autonomía. Debe facilitar el agarre y la incorporación sin realizar un sobreesfuerzo en las piernas o caderas. Se pueden colocar barras de apoyo o asideros laterales -a cada lado del inodoro-. ¿Sabías que el inodoro debe estar entre 43 y 47 cm del suelo para facilitar el uso a la hora de sentarse y levantarse? (En el baño siempre hay unas medidas mínimas a respetar). Y siempre hay que asegurarse de que el asiento esté bien sujeto. En un paso más para adaptar un baño a personas mayores, debes saber que existen placas de accionamiento electrónico que activa la cisterna al pasar la mano por un sensor, evitando que tenga que introducir un dedo para pulsar la cisterna. Así que conviene pensar que tanto el portarrollos como el pulsador de descarga de la cisterna tienen que encontrarse en un lugar funcional.