Pintar la casa es la opción más barata y fácil de darle un nuevo look. Los expertos no recomiendan pintar toda la casa de un mismo color, ya que cada estancia tiene su uso y características propias, tales como la orientación y la luz. Por eso, analiza tu casa habitación por habitación. Tampoco se trata de darle un color muy distinto a cada una de ellas, pero sí jugar con las distintas tonalidades que ofrece una misma gama.
Puedes combinar un mismo color con intensidades diferentes, como por ejemplo blancos, cremas, hueso o con un punto de gris. O bien verdes, que en sus tonos más oscuros puede ser muy elegante y en su grado más suave, tipo mint, muy nórdico. Si te gustan los colores fríos para decorar, el azul Niágara o el Cobalto te encantarán. Se trata de un tono azulado que inspira relax y reflexión, es por ello que es uno de los colores para habitaciones más demandados.
El rosa cuarzo fue tendencia hace un par de años. Pero este color vino para quedarse. Capaz de irradiar delicadeza y luminosidad al ambiente, sigue siendo un color primaveral perfecto para combinarlo con muebles oscuros o grises. Si no eres de las personas arriesgadas, este es uno de los colores de pintura que no te arrepentirás de elegir.
La pintura no solo es una cuestión estética, en la que intervienen los gustos personales de cada uno, sino que puede llegar a transformar ambientes con sus efectos. Si tu cocina es muy alargada y quieres equilibrarla, pinta el fondo y una de las paredes en un tono un poco más oscuro que el resto. Más trucos:
- Subir o bajar el techo. Si el techo es muy alto, para acercarlo y ganar calidez, hay que pintarlo de un tono más oscuro que el de las paredes. Y al revés, para alejar el techo, apostar por colores claros.
- Vigas. Siempre que puedas mantén el color original de las vigas o aplícales un decapado blanco.
- Un tándem perfecto. Los tonos pastel reencuadran los muebles blancos y, juntos, regalan un plus de luminosidad a las vigas de madera.
- Tonos fríos. Usa una sola pintura para unificar ambientes. Los tonos fríos (verdes, azules...) refuerzan la sensación de alejamiento, sumando metros.
- Bicolor. Evita los techos muy oscuros que crean efecto cueva, aquí el techo es de un tono más claro que el de la pared.
- Gris marengo. Usa tonos oscuros en las paredes si el espacio está orientado hacia el sur, ya que no necesitarás luz extra.
- Iluminación. Refuerza el blanco con luz dirigida al techo.
- Amplía. Aleja las paredes pintando las laterales y el techo en un tono luminoso y claro.
- Destaca. Pinta una sola pared para enmarcar una zona.
- Camufla. Elige ventanas y puertas blancas para que pasen más desapercibidas.
- Beige y malvas. Los beiges
y cremas, combinados con tonos oscuros como el malva, dan dinamismo al espacio.
- Crea falsos zócalos. Puedes pintar un zócalo en la pared,para que aparente ser una continuación del suelo.