El papel pintado cada vez gana más fuerza como material para revestir las paredes del baño. Entre los muchos motivos para elegirlo hay uno muy importante: los acabados vinílicos hacen que resista bien la humedad e incluso pueda limpiarse con una esponja humedecida con agua y jabón. Con todo, lo más aconsejable es reservarlo para las zonas más alejadas del contacto directo con el agua, como pueden ser el tocador, o para decorar un aseo pequeño.

Pero si hay una razón por la que el papel pintado está triunfando es que te permite elegir estampados y colores atrevidos que darán estilo a tu baño, por pequeño que sea. La ventaja del papel pintado es que si con el tiempo te cansas, solo tienes que arrancarlo y cambiarlo por otro. Lo puedes hacer en una mañana y sin necesidad de obra. Y lo más importante: sin un coste demasiado elevado. El papel pintado es un material con gran valor decorativo que puedes adquirir a partir de los 40 €/rollo.

Un par de consejos si estás pensando en empapelar tu baño. Has de poder ventilarlo bien después de utilizar la ducha. Si no, con la humedad puede acabar despegándose. En un aseo pequeño no tendrás este problema. Y es imprescindible que instales un rodapié cerámico. De lo contrario, al pasar la bayeta, podrías estropear el empapelado.

Para demostrarte las posibilidades del papel pintado para elevar el nivel decorativo de tu baño y darle el toque personal que buscas, hemos seleccionado estos 5 baños pequeños con papel pintado que te servirán de inspiración.