No es necesario darle la vuelta a toda la casa con cada estación, pero unos pocos cambios pueden dar un aire renovado y, a la vez, adaptarla a la subida de las temperaturas. Así que ha llegado el momento de desvestir tu casa, de quitarle capas y capas de abrigo y vestirla ligera y fresquita porque la primavera ¡ya está aquí! Así que manos a la obra.
Y no te olvides de que es también un momento estupendo para hacer la limpieza de primavera a fondo de la casa. De esos rincones que siempre tenemos olvidados, como la librería repleta de libros que nos da una pereza monumental vaciar, las persianas o las contraventanas, si tienes. ¡Bienvenida primavera!