13 ideas encantadoras en las que no habías pensado para que tu piso pequeño gane encanto

Una idea fácil y muy resultona es diseñar un centro de mesa con velas aromáticas de diferentes tamaños y colores. De este modo, no solo decorarán, sino que también vestirán la estancia con un aroma muy agradable. Fragancias como la vainilla o la lavanda son perfectas para crear un ambiente acogedor.

Si tienes un cabecero de obra (un recurso habitual en dormitorios pequeños), aprovecha la repisa para apoyar unos cuadros o láminas, y acompáñalos de un jarrón con flores o una pequeña planta para añadir un toque natural. Pero intenta que los cuadros no tengan colores demasiado estridentes, al fin y al cabo, el dormitorio es un espacio que debe fomentar la relajación.

Los cojines son un recurso sencillo y asequible para dar un nuevo aire a tu salón o dormitorio. En verano, opta por tejidos frescos como el lino y colores claros; en invierno, añade terciopelo, tonos cálidos y estampados acogedores. Es un truco que nunca falla, y el cambio puede ser realmente espectacular.

Crear un collage con ilustraciones, fotografías o láminas enmarcadas es una solución sencilla pero impactante para vestir una pared vacía. Opta por piezas que sigan una misma gama de tonos para lograr un resultado armónico, y juega con diferentes tamaños para aportar dinamismo al conjunto. Así, convertirás un espacio anodino en el centro de todas las miradas.

Cambiar los tiradores puede tener un gran impacto en tu decoración. De hecho, es la clave para personalizar los muebles de marcas como IKEA de un modo fácil, rápido y asequible. En tiendas como Zara Home encontrarás un montón de tiradores de latón, madera o cerámica para darles un toque más moderno, más rústico, más elegante y chic... Según lo que busques.

Uno de los recursos más utilizados por las interioristas para dotar de encanto los recibidores, es colocar una o dos cestas de fibras naturales bajo la consola. Puedes usarlas para guardar lo que quieras mantener oculto a la vista, y añadir unos cojines decorativos para reforzar la calidez del espacio.

Un espejo bien colocado puede obrar maravillas en un piso pequeño. Colócalo frente a una ventana para reflejar la luz natural y hacer que la estancia se sienta más luminosa y amplia. Si prefieres algo decorativo, prueba con un espejo de pie apoyado en la pared para un aire desenfadado y chic. Además, puedes crear composiciones con espejos pequeños de diferentes formas y marcos para añadir dinamismo a cualquier pared vacía. Un truco sencillo pero efectivo.

Uno de los grandes errores a la hora de decorar es atiborrar las estanterías de cosas. En su lugar, elige pocos detalles y dales protagonismo. Un tip que te ayudará es combinar formas y tamaños: unos libros junto a un jarrón más alto, una lámina decorativa... Pero que siempre quede algo de ''aire'' alrededor.

Si tus techos no son muy altos, un truco infalible es colgar las cortinas desde el techo hasta el suelo. Esto no solo estiliza las ventanas, sino que también da una sensación de mayor altura al espacio. ¿El truco? Escoger tejidos ligeros y naturales como el lino, para dejar pasar la luz y maximizar la luminosidad.

Un jarrón con flores frescas o ramas secas es todo lo que necesitas para dar vida y color a tu recibidor. Elige flores de temporada que armonicen con tu decoración, y combínalas con un jarrón bonito para completar el conjunto. Cuando más lo notarás será al entrar en casa, ¡sonrisa asegurada!

Seguro que te estás preguntando: ''¿Cómo que una alfombra en el baño?''. Pues sí, así es, con una pequeña alfombra, por ejemplo, de yute, añadirás calidez y harás tu baño mucho más acogedor. ¡Haz la prueba y verás!

Hay libros, especialmente los que tienen que ver con la arquitectura, el arte, la fotografía o la música, que los interioristas siempre utilizan para decorar zonas como la mesa de centro. Puedes jugar con los colores de las portadas y combinarlos con otros detalles, como flores, jarrones o cojines.

¿No sabes qué hacer con ese armario liso que te mira desde la esquina? Dale una segunda oportunidad con molduras. Escoge unas autoadhesivas, pinta todo del mismo color y, voilà, tendrás un mueble digno de portada. Es un truco rápido que añade elegancia y personalidad sin complicarte la vida.