Estos 11 detalles restan estilo a tu casa y tienes que ponerle remedio ya

Su protagonismo es tal que muchas veces nos entra el pánico escénico, y optamos por no colgar nada en ella por miedo a equivocarnos. Incluso el Feng Shui recomienda decorar esta pared, porque es una manera de dar equilibrio al conjunto y evitar que la energía fluya solo por abajo.

Solución: Una opción fácil y que está muy de moda es decorarla con papel pintado o con algún vinilo. Si prefieres hacer una composición de cuadros o de fotos, con estos consejos triunfarás seguro.

Es habitual iluminar el salón con focos empotrados, porque pasan totalmente desapercibidos. Pero se corre el riesgo de caer en una iluminación plana y poco interesante.

Solución: Combina diferentes fuentes de luz y luminarias, ni todo focos ni todo leds. Y completa la iluminación general con apliques o lámparas de pie que cubran tus diferentes necesidades lumínicas según las actividades que desarrolles en el salón y, a la vez, ofrezcan un plus decorativo.

Nos guste o no, el televisor suele ser uno de los grandes protagonistas del salón.

Solución: Si quieres camuflarlo, apuesta por un mueble con paneles correderos que puedas cerrarlo y hacer desaparecer el televisor. Otra opción es integrarlo al máximo en la decoración del salón, como se ha hecho, que se le ha buscado un espacio a medida en el mueble del salón. Además, desviarás la mirada del televisor si a cada lado creas un pequeño rincón deco.

¿Qué pasa cuándo no está vestida para comer? Que se convierte en un mueble enorme... y vacío que, además, es el protagonista del comedor.

Solución: Un centro de mesa hace milagros. Un jarrón con flor cortada, una composición de macetitas o de objetos decorativos... Un consejo: si optas por combinar diferentes elementos, reúnelos en una bandeja, te será más rápido de recoger cada vez que tengas que poner la mesa para comer y visualmente dará sensación de conjunto.

Sí, el suelo puede decorar por sí solo, como demuestra este pavimento de madera en espiga. Pero aún siendo bello, una casa con el suelo al desnudo puede dar sensación de "inacabada" o descuidada.

Solución: Las alfombras son el mejor amigo de los suelos. No solo decoran, haciendo que el espacio se vea más cuidado y arropado, sino que ayudan a enmarcar espacios y hacen la pisada más agradable.

Tu zona de trabajo debe ser práctica, sí. ¡Pero también puede ser decorativa y personal!

Solución: Piensa en el estudio como en una estancia más de la casa, aunque solo sea un rinconcito, y decórala como tal. Resérvate un lugar destacado para detalles personales, crearán una atmósfera más agradable para trabajar, y busca soluciones de almacenaje específicas para el material de oficina: el primer enemigo del despacho es el desorden. Un truco: si tienes archivadores a la vista, fórralos, los convertirás en elementos deco.  

Es una de las estancias en las que más priorizamos la distribución y la funcionalidad, pero en las que solemos descuidar la decoración, aquellos detalles que la hacen un espacio vivido de la casa.

Solución: Si cuentas con baldas, úsalas también para decorar: expón alguna pieza de vajilla con un valor especial, reúne una colección de libros de cocina, apuesta por plantas aromáticas... También puedes decorar las paredes con papel pintado, con un color diferente, un arrimadero o, como aquí, con una composición de platos decorativos.

Con el baño ocurre algo parecido que con la cocina. Es bonito, sí, pero a veces peca de frío o impersonal.

Solución: A veces basta con poner un pequeño jarrón con una flor cortada o tener en una bandejita varias toallas de mano enrolladitas que den un toque de color para que el baño parezca otro. ¿O por qué no colgar una foto de familia? Hacer un arrimadero con papel pintado o elegir unos espejos o apliques personales, como estos, pueden marcar la diferencia entre un baño funcional y uno, además, personal.

Ponemos todos los esfuerzos en escoger el cabecero, pero muchas veces nos olvidamos de la pared que, como la del sofá, dejamos al desnudo y acaba quedando desangelada.

Solución: ¡Son tantas! Un espejo, una composición de cuadros o fotos, una balda decorativa o, por qué no, empapelarla con papel pintado o con un wall mural como este. ¡Y saca del anonimato a la pared del cabecero!

Es uno de los grandes olvidados de la casa, sobre todo si es pequeñito. Pero no por ello debes dejarlo abandonado o como parking de la bici de los peques.

Solución: Si es tan mini que no te cabe ni una mesita y un par de sillas, conviértelo en un pequeño jardín urbano. Hay muchas variedades de plantas que apenas necesitan cuidados, y en cambio te llevarán color y bellas vistas dentro de casa. Además de regalarte intimidad.

Que sea una zona de paso no significa que la tengamos abandonada a su suerte. Las posibilidades decorativas de un pasillo son más de las que podemos imaginarnos...

Solución: Un clásico es un arrimadero, porque no resta espacio, resulta muy decorativo y a la vez protege las paredes de roces, algo habitual en las zonas de paso. También puedes hacer una composición de cuadros o diseñar una colección, aprovechando la longitud del pasillo. La iluminación también juega un papel destacado: ¿por qué no apostar por una lámpara muy decorativa en vez de los típicos focos empotrados? Aquí, decora por sí sola.