Una casa feliz lo es si en ella tus cinco sentidos son felices. Así lo asegura el Feng Shui. Y lo conseguirás con colores, materiales, olores, buena música... Lo acabamos de ver. Pero también con algo tan sencillo como cuidar tus plantas. Generan algo más que un espacio vivo, limpio y agradable. Te ofrecen la oportunidad de practicar el mindfulness (atención plena en el aquí y el ahora): concentrarte en su cuidado, bajando el ritmo y ganando bienestar.

Si estás dispuesto a ser sumamente feliz en tu casa, sigue leyendo. Aquí encontrarás muchas más ideas que te ayudarán a conseguirlo.

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1.

Un pasillo también feliz

Los pasillos, sobre todo si son muy largos, crean desasosiego. Los vemos como una pérdida de espacio difícil de decorar. Transforma la sensación que provocan con una sencilla alfombra. El Feng Shui cuenta que las alfombras evitan que la energía se acelere y se haga desfavorable. 

2.

Rodéate de los 5 elementos

Según el Feng Shui, hay cinco colores que se relacionan con los cinco elementos de la plenitud: rojo (fuego), amarillo (tierra), azul (agua), blanco (metal) y verde (madera). Aplícalos en la deco de tu casa. ¿Demasiado? No, si escoges su gama más clara, que los hace más flexibles para combinar con todo.

3.

Piezas más naturales, aire más sano

Y a más salud, más felicidad. La ecuación es así de simple. Lo aseguran estudios de biohabitabilidad. Procura ir renovando tus piezas por otras de materiales naturales como la madera en bruto o las fibras naturales. Este finde puedes empezar agenciándote una pieza pequeña como esta.

4.

Decora tu comedor con un espejo

 De nuevo el Feng Shui nos guía. Coge un espejo que tengas por casa y recolócalo para que refleje la mesa. Esto hará que la comunicación y la armonía familiar mejoren. Y de paso, darás mucha más luz y sensación de amplitud. Ganarás en todo.

5.

Viste tu casa con textiles suaves

Existen estudios que demuestran que tocar superficies suaves aumenta la sensación de bienestar, de la misma manera que las caricias son curativas. Haz que todos los textiles de tu casa sean suaves y confortables. ¿Recomendación? Linos y algodones 100% naturales.

6.

Proyecta tu "santuario"

No tiene por qué ser una habitación completa. Puede ser un rincón en el que puedas descansar. Algo que no debe faltar en tu rincón: detalles artesanales; te llevan a pensar en trabajos hechos poco a poco y con mimo, lo que nos conecta con el slow life y calma el estrés.

7.

Velas blancas hacia el este

Decora con velas blancas. Son bonitas, aportan luz (en todos los sentidos) y simbolizan la energía positiva. Pero aun hay más: si quieres potenciar esa influencia feliz que tiene sobre todo lo que las rodea, oriéntalas hacia el este porque, según el Feng Shui, atraerán la armonía familiar.

8.

Perfuma tu casa para encontrar el equilibrio

Es tan fácil que no puedes negarte a hacerlo. Aromatiza con limón para equilibrar la energía de las estancias o con salvia blanca que, en muchas culturas, se ha utilizado para mantener a raya las energías negativas.

9.

¿Dónde tienes tus mejores fotos?

¿En el portátil? ¿en álbums? Saca unas cuantas, las que más te representen o mejor te hagan sentir, enmarcalas y decora con ellas tu casa. El Feng Shui dice que proyectando lo mejor de ti, atraes la buena energía. Vale la pena probarlo, ¿no?

10.

Crea jardines interiores con plantas "dulces"

¿Dulces? Pues sí. La comodidad se asocia con las formas curvas porque las puntiagudas nos hacen estar más alerta. Siendo así, decora tu casa con plantas de hojas redondeadas. Buen rollo y ambiente limpio. 

¿Ideas de las plantas que más te ayudarán? Aquí van:

El jardín de la felicidad

  • Lavanda: equilibrará tu energía si tienes un bajo tono vital.
  • Cactus: eliminará la carga electroestática.
  • Crisantemo: es un perfecto conductor del Chi, la energía vital según la filosofía Taoísta.
  • Helecho: cura la tristeza.
  • Girasol: ahuyenta las malas vibraciones atrayendo la armonía y la buena suerte.
  • Salvia: limpia el ambiente de energías negativas.
  • Jazmín: genera un buen ambiente familiar y según la medicina ayurvédica, representa el amor.