Tras años sin ir, los propietarios de esta casa en el Pirineo le dieron otra oportunidad. Apagada, cerrada, muy cargada de maderas oscuras y con una mala mezcla setentera. Así era esta casa familiar en Baqueira antes de que la interiorista Bárbara Aurell, de Espacio en Blanco, la transformara en esta acogedora cabaña con vocación de refugio, cuyo alquiler gestiona Feel Free Rentals.
¿El mantra? Modernizar e iluminar, pero manteniendo su esencia. Por eso Bárbara Aurell empezó por recuperar todo lo que pudo de la casa, como la gran chimenea del salón y, por supuesto, la madera. "Nos parecía bonito en una casa de montaña respetar la madera original. A veces, queremos modernizar tanto las cosas que acaban perdiendo la esencia", explica la interiorista.
Conservaron hasta donde fue posible, pero también añadieron toques de tendencia, siempre en sintonía con la esencia de una casa de montaña por ejemplo, en la cocina, donde los azulejos ponen la nota cromática. "Nos gustó la idea de hacer un guiño de color divertido. Y aunque las baldosas son modernas, su estética artesanal nos permitía preservar esta esencia rústica de la casa", concluye Aurell.