Un jardín con mucho encanto "Fue entrar y enamorarnos. De la casa, del lugar, de los árboles que la rodean, ¡de todo!", nos cuenta Reneé, la propietaria de una finca llena de tanta luz y tanto encanto, que no podía sino ser bautizada como ‘La Dolce Vita’. Una ‘dolce vita’ es la que Reneé ha vivido aquí, pero le ha llegado el momento de la despedida. Es sueca y su familia y ella regresan a su país, por lo que este refugio mallorquín se pone a la venta. Sofá y butacas de Artwood. Mesa redonda de OXDenmarq. Cojines en verde degradé de Massi. Cojín liso verde y manta de Filocolore. Cojines beige y alfombra de D’Oliver. Plantas de Jardins de Tramuntana. Una casa del siglo XX "La casa tiene 81 años. Fue construida en 1940, pensada como una casa de campo tradicional en medio de una hectárea de naranjos, limoneros, almendros y olivos. Aun podemos ver en ella elementos originales como los arcos de medio punto rebajados y algunos muros de mampostería a la vista. Con el tiempo, se ha ido transformando en una gran casa donde el interior y el exterior –ese frondoso jardín– están muy conectados", explica la propietaria. Sillones de cuero de Fredericia. Mesa baja de Maisons du Monde. Sofá de House Doctor. Cojines de Filocolore. Mesa con ruedas de Olsson&Jensen. Un ambiente fresco y luminoso "Soy diseñadora de interiores –prosigue–, y por eso cuando compramos la casa quisimos hacer algunos cambios. Añadimos elementos que parecen de toda la vida, aunque no lo son, como el suelo de cantos rodados de la terraza de invierno", apunta. Además de la estructura, la decoración parece ir de la mano de esa ‘dolce vita’ que sugiere la casa, porque es puro relax y serenidad. "Queríamos conseguir un ambiente fresco y luminoso, pero que a la vez resultara cálido y acogedor. Por eso, pusimos suelos de piedra caliza claros y pintamos de un blanco roto muy suave las paredes, las vigas y los elementos de madera", añade. Butacas de Bröderna Johansson. Cojines de Mobles Massisy D’Oliver. Lámparas de comedor y cuadro de Diego Sierra, en D’Oliver. Una base clarita y neutra en el salón "También conservamos los sofás de los anteriores propietarios. Estaban en muy buen estado y eran blancos, tal como yo los quería”, nos explica Reneé. Con esa base clarita y neutra, la propietaria quería añadir un contrapunto que diera calidez y color. Para conseguirlo, apostó por las telas, ese gran recurso de decorador: puso alfombras grandes y clásicas, combinadas con cortinas blancas –que refuerzan la sensación luminosa– y cojines de tonos tierra en el interior y verdes en el exterior. Mesa de centro similar en Crisal. Sofá similar en El Corte Inglés. Chaise longue similar en Sancal. Lámpara de pie de Karis. Vitrina de Olsson&Jensen. Lámparas de cristal de D’Oliver. Madera y piezas de mimbre Los muebles de madera y las piezas de mimbre y de cuerda añaden calidez. ¿El toque de estilo? Los muebles escogidos que trajeron desde Suecia hasta Mallorca en barco. Entre ellos, la vitrina del salón en la que Reneé atesoraba y lucía sus libros de cocina: es de Olsson & Jensen, una tienda de decoración sueca que les encanta a los Jörgensen (así se apellida la familia) y de donde proceden muchos de los muebles de la casa. Sofás similares en Ikea. Lámpara de pie de Karlskrona Lampfabrik. Alfombra de Rug Vista. Puf de D’Oliver. Mantas de Filocolore y Muy Mucho.Cojines de Massis y D’Oliver Una mesa de comedor hecha a medida También adoran su mesa de comedor de la marca Green Garden, que encargaron a su carpintero y que está hecha con madera de una antigua puerta. Lámparas de Maisons du Monde. Alfombra comprada en Lauritz. Mantel de lino de Filocolore. En la ventana, porcelanas de Villeroy&Bosch. Una cocina también con muebles a medida La cocina, por cierto, también se actualizó con muebles a medida que le dan un aire contemporáneo que contrasta con los muros de piedra y las puertas negras de forja. Cocina de Estils i Formes. Electrodomésticos de Gaggenau. Tinaja blanca de D’Oliver. Aromáticas de Jardins de Tramuntana. Una cocina abierta Encimera de mármol gris Zarzi. Taburetes de Estils i Formes. Lámparas de Karlskrona Lampfabrik. Puertas negras de hierro forjado que separan la cocina del jardín exterior. Aprovechando el espacio En esta casa se ha aprovechado muy bien el espacio. Un ejemplo es la parte inferior de la escalera, en la que se hizo un armario a medida. ¡Seguro que le sacan mucho partido! Armario hecho a medida. Alfombra de lana vintage de Rug Vista, comprada en Lauritz. El dormitorio: su lugar favorito ¿Su lugar favorito? Para Reneé es toda la casa, aunque nos confiesa que se ha sentido especialmente tranquila tanto en su dormitorio, con muebles clásicos, como el cabecero de capitoné y la mesilla de madera, como en el jardín, al que se accede desde toda la planta baja, incluso desde el baño. "Realmente, esta casa ha sido ‘mi lugar en el mundo’. Mi Dolce Vita", sentencia. Cabecero de Artwood. Mesitas de FreerLiving. Alfombra de Rug Vista. Lámparas de Maisons du Monde. Armario vintage de Olsson&Jensen. Ropa de cama de Filocolore. Banqueta de D’Oliver. Un baño con mucho encanto El baño de la habitación principal tiene mucho encanto, gracias a que cuenta con acceso directo al exterior. Es un espacio luminoso y muy natural, con madera y tonos blancos, ideal para la relajación. Mueble de roble con encimera de piedra caliza de Benissalem. Espejos y apliques de Astro Lighting, en Freer Living. Grifería de Tres. Alfombra de Rug Vista. Banqueta de Massis Mobles. AGRADECIMIENTOS: Casa a la venta en Gennel Properties . Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .