Querían una casa amplia y luminosa y la lograron. En ella han encontrado además la paz que necesitan

El sello de Sara Santamarta (de pie) y Alicia Fuertes, del Estudio Fuertes Santamarta, responsables de la reforma es crear espacios en calma donde los propietarios se sientan identificados y quieran quedarse a vivir allí para siempre.

El otro porche cuenta con un completísimo comedor, fresco y a la sombra. La mesa de madera rústica mide nada más y nada menos que ¡4 metros! Va protegida con una pérgola. La iluminación ambiental juega un papel protagonista en las veladas. Se han elegido unas lámparas suspendidas muy originales y pequeñas luces led cálidas, repartidas estratégicamente.

"Donde tuvimos que intervenir más fue en el salón interior —cuenta Sara—. Tenía unos pilares que lo empequeñecían. Tiramos esas columnas para abrir la planta hacia el exterior. Acorde con el elegante y altísimo techo de madera y el suelo de mármol en color crema, que mantuvieron, las interioristas crearon una agradable zona de estar con un sofá y una chaise longue blancos, unos butacones de fibra y dos alfombras superpuestas. 

"Queríamos que la zona de día fuese más amplia, así que abrimos vanos para comunicar el salón con el comedor y la cocina" —explica la interiorista. El blanco es el color estrella de la casa. Combinado con tonos tierra, queda muy acogedor.

El comedor no tiene nada que envidiar al del porche: caben hasta 10 comensales y derrocha estilo gracias a las sillas blancas con ribete negro y las dos lámparas de cristal envejecido que penden del techo. Rodeado de ventanas, es la estancia más luminosa de la casa.

¿Recuerdas el verde imperial de la chimenea? Es el mismo que Sara y Alicia han utilizado para lacar el mobiliario de la cocina. "La encimera la elegimos por su estética similar al suelo, y dimos contraste con la campana, el fregadero y los tiradores de cobre".

Al fondo de la cocina dispusieron un office más recogido, con una mesita redonda y unas sillas recuperadas con chalk paint. Con vistas al jardín resulta muy agradable sentarse en él con el sol dándote en la espalda. 

Antes de irnos, nos acercamos al dormitorio principal, clásico y muy confortable. En él destacan su cabecero tapizado en capitoné gris, su cama cálida y gustosa, sus cortinas de lino tan frescas y ligeras y su alfombra tipo patchwork en tonos crudos. Junto a la salida a la terraza se ha dispuesto una chaise longue, perfecta para leer y descansar. ¡Aquí se está de maravilla!