Si hay algo que define este piso en Zaragoza es su luminosidad y comodidad. Con dos niñas pequeñas, los propietarios querían un espacio donde disfrutar del día a día en casa, con estancias amplias y bien iluminadas. Para ello, confiaron en las diseñadoras Ainhoa Elvira y Marta Pineda, del estudio Livener, quienes llevaron a cabo la reforma con un enfoque claro: maximizar la luz y potenciar las zonas comunes.
Desde el recibidor, que se comunica de manera fluida con el salón comedor, hasta la cocina y el dormitorio, cada rincón ha sido cuidadosamente diseñado para aprovechar al máximo la luz natural, creando una atmósfera serena y equilibrada. Los materiales seleccionados, los tonos neutros y la integración de muebles a medida han sido clave para darle al hogar un carácter único y confortable, adaptado a las necesidades de los propietarios y sus dos hijas pequeñas. ¿Lo vemos?