Soy interiorista y así transformé este piso pequeño (de 65 m2): lleno de luz gracias a sus elegantes puertas de cristal e ingeniosas ideas

Todos sabemos que el recibidor es la primera impresión de una casa, y tras la reforma este espacio desprende calma y paz - algo que seguirá presente durante todo el piso-.  El estudio de interiorismo decidió aplicar un suelo de baldosas geométricas hecho de mármol y madera. Una elección acertada si queremos prescindir de muebles y accesorios decorativos, ya que es decorativo en sí mismo.

El pasillo nos lleva hasta el centro de la casa: el comedor. Este, está separado del salón y al dormitorio a través de dos cristaleras de inspiración retro, y que se convierten en uno de los elementos más icónicos de la reforma. La mesa es de mármol, en el mismo tono que el suelo de la entrada, aportando armonía y luminosidad. Así, las sillas también parecen de estilo mid century y combinan la madera con un tapizado de bouclé. ¡Pura tendencia!

El salón comunica con la cocina creando un espacio diáfano de lo más funcional. Mercè y Montse escogieron un sofá claro que combinara con la tendencia minimalista del resto de la casa. Los muebles de madera vuelven a estar presentes, y siguen estando en consonancia con toda la estética retro de la decoración. 

La cocina es una de las estancias más importantes de una casa, y desde Directora Creativa trataron la de Mercè con mucho mimo. De nuevo, las tonalidades claras están presentes para crear espacios con sensación de orden y amplitud. Los electrodomésticos fueron escogidos en plata y combinan con los apliques en dorado. 

La barra funciona como separación entre el salón y la cocina, a la vez que se usa como pequeña zona de office. 

El comedor da paso al dormitorio-vestidor. Está protagonizado por unos armarios de ratán combinado con blanco, un mueble que sigue el hilo narrativo de toda la casa. La alfombra también es de tejidos naturales, dándole un toque natural muy acogedor.

En el dormitorio, junto a la ventana, se ha diseñado un mueble a medida que aloja una zona de trabajo y cajones con extra de almacenamiento. A nivel decorativo, los neutros y tonos tierra siguen siendo protagonistas, a la vez que se suman pequeños detalles en dorado para un extra de sofisticación. 

Por último, el baño queda justo en la entrada de la casa y está separado del pasillo por unas puertas de cristal correderas. El suelo es el mismo que el del pasillo y para integrarlo en la estancia, se han elegido muebles de madera y revestimientos en blanco. Los armarios empotrados pasan desapercibidos y fomentan la sensación de amplitud tan necesaria en un espacio estrecho y alargado como este.