La interiorista Marta Tobella ha renovado este piso de 50 años y lo ha dejado moderno, estiloso y lleno de ideas para copiar

Lo hemos cambiado todo: suelo, paredes, distribución... Solo han quedado las columnas”. La interiorista ha contado con la total confianza de los propietarios. “Son una familia con dos hijas adolescentes que buscaba un piso más grande en su barrio. Venían de una casa con un aire más rústico y querían un hogar atemporal, que resistiera bien el paso del tiempo y tuviera el equilibrio justo entre clásico y moderno”, nos cuenta Marta.

“El salón era tan grande que tuvimos que pensar bien su distribución para no generar más espacios de los necesarios. Tiene dos zonas diferenciadas: el estar, que aprovechamos con un gran sofá rinconero bajo las ventanas y un mueble con almacenaje inferior, y una zona de lectura". 

La zona de lectura es comodísima gracias al diván doble, que queda enmarcado por una librería a medida de chapa de roble”, sigue contando. Porque si algo no falta en este piso son armarios y muebles a medida para mantener el orden.“¡Hay armarios escondidos por toda la casa!”. 

En el recibidor, por ejemplo, no queda ni una pared libre, todo son armarios y puertas correderas. De ahí que la interiorista planificara un mueble con cajones en pleno centro del espacio. Desde la entrada se llega al comedor, presidido, también, por un gran frente de armarios lacados con tirador uñero.

Y estos no son los únicos toques de negro que hay en el piso. “Todo él está decorado con la misma base cromática de blanco roto y madera de roble, que queda muy cálida. Luego dimos las pinceladas negras en lámparas, pomos, griferías... para romper un poco y lograr un aire actual. En la cocina, que tiene una isla enorme, un frente de armarios casi invisible y un rincón de desayunos, se ve muy bien esa mezcla”, explica la interiorista.

En el dormitorio juvenil los muebles a medida vuelven a ser protagonistas. “En este caso en lugar de muebles de roble, como en el salón, hemos optado por muebles lacados en blanco. Es una base neutra perfecta para darle color y un toque personal con los complementos”, afirma Marta. Al dormitorio no le falta detalle: tiene un mueble separador, zona de estudio y un sofá por si se quedan amigas a dormir.