Entramos en la elegante casa de Marta Sánchez en Madrid, con cuidados detalles y toques de color. ¡Está llena de estilo!

Vemos una mezcla compensada entre las paredes de color blanco, un gran sofá con chaise longue tapizado en gris y una alfombra con textura que delimita la zona de descanso. El contraste que rompe con la monotonía está en los cojines: son de distintos tamaños y combinan tapicerías lisas en tonos tierra con estampados geométricos.

Muchas veces, una buena pieza de diseño es capaz de cambiarlo todo, y eso ha ocurrido en el salón de Marta Sánchez. La cantante, sentada en esta foto sobre una mantita con efecto pelo, ha tenido buen ojo al elegir una de las piezas más icónicas del diseño como es la lámpara de mesa 'Taccia' (1962) de Achille & Pier Giacomo Castiglioni para Flos. ¡Nos encanta!

Otra muestra más de su amor por el arte es el bonito boceto de una mujer realizado a carboncillo que preside otro rincón de su hogar. Junto a más libros, como el del fotógrafo Helmut Newton, y una cajita de estilo morisco con detalles metalizados, probablemente recuperada de algunos de sus viajes por el mundo, descansa un jarrón con flores blancas, un detalle que, tal y como ella misma ha reconocido, no puede faltar en su casa.

Los desayunos en la casa de Marta Sánchez se hacen sobre una mesa de cristal. Este material transparente es ideal para cocinas pequeñas, ya que descarga mucho el ambiente a nivel visual y da sensación de mayor amplitud. Sus vistas por las mañanas tienen una fuerte carga emotiva, ya que miran hacia una fotografía enmarcada de su amigo, el diseñador David Delfín, fallecido en 2017. “Su sonrisa me da los buenos días”, apunta la cantante.

Decorar con espejos es una tendencia al alza. El elegido por Marta Sánchez para dar un giro a aotro de sus rincones del salón es un modelo de tamaño medio y marco grueso en pan de oro. Un clásico que tan bien encaja en esa decoración ecléctica, entre clásica y moderna, de la que hace gala en su casa. Debajo, vemos el detalle de un marco de fotos, también en pan de oro, con un recorte de revista en la que ella es la protagonista. Los recuerdos especiales sobre su vida personal y profesional marcan, sin ninguna duda, el carácter de esta casa.

Puede que sea una de sus estancias favoritas de la casa, donde las reuniones con amigos se hacen interminables mientras ver el atardecer. El porche es un lugar distendido que Marta Sánchez ha decorado con mimo sin renunciar a la comodidad. Tiene suelo porcelánico, ideal para exteriores, y la zona de descanso está presidida por butacones, un sofá de dos plazas tapizado en beige, dos mesitas auxiliares de forja y madera y un gran espejo de cuarterones con efecto envejecido. La decoración es de carácter étnico, desde los cojines con motivos geométricos, hasta el aplique de pared de cobre cincelado, tan característico de la artesanía árabe. El gran jarrón de madera troquelada refuerza esa estética, que se endulza, cómo no, con su buena dosis de flores blancas.