La casa de la creadora de Westwing: un espectacular pisazo blanco con toques clásicos y modernos lleno de ideas para copiar (con vídeo)

Delia tiene claro que en un salón, el sofá marca el carácter. "Quería un sofá que fuera chic y elegante, pero que también sirviera para tumbarse y relajarse con la familia. Es un buen espacio para invitar a amigos y tomar una copa de vino juntos, a la vez que también es perfecto para mis hijos y yo nos sentemos y veamos la televisión", destaca la fundadora de Westwing.

Lo cierto es que gracias a sus líneas redondeadas contrasta a la perfección con las molduras y líneas clásicas de la chimenea y las paredes.

La chimenea, junto al espejo que reposa en la repisa, son el punto focal del salón. Las únicas concesiones al color vienen por parte de las flores y de los cojines.

"Lo mejor es elegir piezas grandes como el sofá, la mesa de centro, la alfombra y el sillón en colores neutros, ya que así es más fácil reorganizarlas y combinarlas más adelante. Mientras que el toque de color es mejor aportarlo a través de cojines y otros accesorios decorativos ya que se pueden renovar más rápidamente. En mi caso, por ahora he decidido usar mucho verde y dar algunos pequeños toques en rosa", aconseja Delia.

La cocina mezcla elementos clásicos con una estética moderna y toques de calidez que consigue gracias a la madera del office que está justo al lado de la ventana y el suelo de parquet. Una mezcla de estilos muy bien conseguida.

Aunque vive muy cerca de las oficinas centrales de Westwing, Delia también suele teletrabajar. Para ello, ha sacado partido a un rincón del salón donde cuenta con un escritorio y una silla tapizada para tener su propio espacio para trabajar en casa. "A veces hago una reunión desde casa a primera hora de la mañana o por la tarde después de volver de la oficina. Así que era totalmente importante para mí integrar aquí un rincón agradable para trabajar", explica.

Son de un color carbón muy llamativo en un espacio tan blanco y diáfano, pero hacen de contrapunto y captan todas las miradas. Sobre el escrito un cuadro clásico The Dancing Class, de Degas.

Mantener los juguetes a raya es una de las misiones más complicadas cuando tenemos niños pequeños. La solución de Delia pasa por estantes modulares con cajas de tela que los más pequeños pueden manejar fácilmente, al más puro estilo Montessori.

La gran alfombra proporciona un amplio y cálido espacio sobre el que pasar horas jugando mientras que la cama, también Montessori, queda muy coqueta gracias al dosel.

En este espacio hay que ser prácticos, ya que la habitación tendrá que ir evolucionando con el nuevo miembro de la familia. La cuna, de una madera cálida, es la protagonista.

Junto a ella, un cómodo sofá con cojines mullidos que hará más llevaderas las noches al mismo tiempo que pone una nota de estilo a cuarto. Aquí, la alfombra también es imprescindible para cuando el pequeño empiece a gatear.