"Cómo hemos cambiado" nos susurraba casi al oído en 1991 Sole con los Presuntos Implicados. Y viendo la historia reciente (y no tanto) de los áticos no podemos hacer otra cosa que darle la razón. Y es que, ¿sabías que los áticos no empezaron a valorarse como una vivienda exclusiva hasta principios del s. XX? Hasta entonces, vivir en un ático era casi una maldición. De hecho, cuanto más arriba vivías en una finca urbana menor era tu rango social y más ligero tu bolsillo.

"En las fincas clásicas, los áticos solían ser el lavadero o donde vivían los sirvientes más humildes, porque las condiciones de humedad, frío y calor solían ser extremas. Por aquel entonces, cuanto más adosado por otros pisos estuvieras, mejor", sostiene el arquitecto Jaume Prat, que explica como anécdota cómo el arquitecto Antoni Gaudí, cuando construyó la Pedrera, destinó el desván, ahora considerado una joya de la Casa Milà, a lavadero de las criadas. "Porque ni él fue capaz de controlar las drásticas diferencias de temperatura y los niveles de humedad de estar bajo tejado".

Prat destaca que el gran cambio en la arquitectura tradicional se produjo cuando entró en juego la noción de confort. "Es entre 1927 y 1929 cuando los áticos se empiezan a construir como piezas de lujo". Ahí empezó la revalorización de estas propiedades, que a día de hoy siguen siendo de las más codiciadas.

Pero, hoy en día, ¿qué ventajas presenta vivir en un ático respecto otro tipo de propiedades?

A favor de los áticos

  • Son los pisos más luminosos del edificio
  • Tienen terraza
  • Cuentan con vistas
  • Son piezas exclusivas
  • Son fácilmente revalorizables
  • Disfrutan de más privacidad, sobre todo en las zonas exteriores
  • Suelen ser menos ruidosos, ya que están más alejados de la calle y tienen menos vecinos que los otros pisos de la finca

Las ventajas saltan a la vista, pero no todo es de color de rosa. Vivir en un ático tiene también sus inconvenientes. Aunque cueste de creer.

En contra de los áticos

  • Hace más calor en verano y más frío en invierno
  • Están más expuestos a robos a través de la terraza
  • El precio el m2 suele ser más caro
  • Dependes del ascensor
  • Están más expuestas a las inclemencias del tiempo: viento, lluvia y filtraciones al estar bajo tejado

Y tú, ¿cómo te declaras? ¿Fan de los áticos?