Madrugar cuesta y mucho. A la gran mayoría le da mucha pereza levantarse cuando suena tan pronto el despertador, pero hay que hacerlo. Y es que, si vas apurando la hora en la que te levantas, lo más probable es que luego vayas con prisas: desayunas un café rápido, te vistes con lo primero que ves en el armario (aunque no te guste), y hasta dejas la cama sin hacer.
Exprimir las horas que duermes es bueno, pero empezar el día con prisas y sin una buena organización, no lo es. Lo que no sabíamos es que existían algunos pequeños hábitos que pueden cambiar por completo cómo te levantas por las mañanas. Volverás a recuperar el equilibrio interior, serás más organizado y madrugarás hasta con mejor humor.
1. Haz estiramientos
Los dolores de espalda son derivados de muchos factores: estrés, sedentarismo, ansiedad, malas posturas, una almohada en mal estado… Sin embargo, se puede poner remedio desde que te levantas.
Para ello, lo primero que debes hacer al despertarte es estirar todo el cuerpo mientras estés tumbado. Este pequeño gesto activará tu cuerpo, mejorará la sangre en los músculos, aumentará la concentración y comenzarás a notar más energía. Es una de las formas que tiene el cuerpo para oxigenar la menta y afrontar el día mejor.
Luego, incorpórate y realiza algunos ejercicios de estiramiento de cuello y espalda para aflojar tensiones acumuladas durante la noche.
2. Levántate una hora antes
Según Hal Elrod, autor del libro, ‘Mañanas milagrosas: los 6 hábitos que cambiarán tu vida antes de las 8:00’, levantarse una hora puede cambiar todo tu día. Con tan solo despertarte una hora antes, podrás aprovechar el día de otra manera. Tendrás más energía, concentración y motivación durante toda la jornada. Puedes levantarte una hora para dedicarle tiempo a desayunar, hacer deporte o, simplemente, para meditar.
3. Haz la cama
Hacer la cama todos los días es imprescindible. Es una tarea que no puede faltar. Si no haces la cama, la casa se verá desorganizada, e incluso con mal aspecto. Además, uno de los trucos para llevar una vida más organizada y equilibrada. No te llevará ni 5 minutos. Eso sí, intenta refrescar la cama antes de hacerla, abriendo la ventana de la habitación y sacudiendo las sábanas para evitar que se acumulen ácaros.
4. Un desayuno equilibrado
Las prisas no ayudan y menos por la mañana. Tomarse un café rápido y olvidarse de hacer un desayuno saludable, no es buena idea. Dedica al menos 15 minutos a desayunar tranquilamente. Puedes leer, hablar con tu pareja, con los niños o simplemente disfrutar de un momento por la mañana en soledad y comiendo sano. Consumir un desayuno equilibrado te hará afrontar el día con más energía y buen humor.
5. Evita leer emails hasta que estés en el trabajo
Intenta distraerte durante las primeras horas de la mañana con cosas que te gusten o dedica tiempo a los tuyos. Desayuna sin pausas, pero sin prisas. No mires los emails que te llegan hasta que no estés en el trabajo. Si estás trabajando desde casa, solo debes mirar la bandeja de entrada hasta que realmente te pongas a trabajar. Este pequeño gesto te ayudará a relajarte y comenzar el día sin tanto estrés desde primera hora.
6. Haz deporte
Si puedes haz deporte por la mañana. Es cierto que no es viable para todo el mundo, debido al trabajo, los peques o porque el gimnasio te queda algo lejos. Pero, si puedes, intenta hacer ejercicio desde primera hora. El deporte es una forma excelente de comenzar el día. Cuando haces ejercicio generas endorfinas, lo que ayudan a sentirte mejor. Hacer deporte por la mañana, también hará que, si por la tarde ya no te apetece ir al gimnasio, no tengas excusas.
7. Planifica las tareas
Seguro que el domingo te sientas a planificar la semana. Puedes hacerlo incluso cada noche antes de dormir. Así, cuando te levantes sabrás qué tienes durante el día y a qué cosas debes darles prioridad. Es importante hacer una buena organización para optimizar tiempos y poder llegar bien a todo. Mejorarás tu día y podrás hacer las cosas con más calma.
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