¿Qué es mejor, ducharse por la mañana o por la noche? Es la eterna pregunta que, según quien la conteste, te dirá una cosa u otra. Nosotros preferimos investigar un poco y ver qué es lo que dicen los estudios sobre cuándo es mejor. Lee bien... tal vez a partir de hoy tengas que cambiar tu rutina.
Antes de empezar a buscar razones científicas y/o médicas hay que tener en cuenta aspectos de sentido común, como por ejemplo, si vamos al gimnasio por la tarde, lo más normal es que nos duchemos cuando acabemos, o lo mismo por la mañana o, incluso, al mediodía. También si tenemos un trabajo en el que acabamos sucios, lo más normal es que nos duchemos al llegar a casa, o dependiendo de la estación del año en el que estemos, hasta puede que nos bañemos más de una vez al día. Darse un baño en función de las necesidades de higiene podríamos decir que está por encima del resto de razones. ¿No creéis?
¿Cuándo es mejor ducharse, por la mañana o por la noche?
Beneficios de ducharse por la mañana
Dicho esto y dejando de lado la higiene, según un artículo publicado en The New York Times por la doctora especializada en sueño y descanso Janet K. Kennedy, ducharse por la mañana es beneficioso para las personas a las que les cuesta despertarse, ya que un remojón a primera hora del día ayuda a que nuestro cuerpo active el sistema nervioso. Eso sí, a quienes les gusta el agua fría no deben pasarse, ya que puede provocar que el cuerpo reaccione y suba su temperatura sin una necesidad real para hacerlo.
Pasarse un agua por la mañana también es beneficioso para desprenderse de la suciedad que hayamos acumulado durante la noche, ya sea por el sudor, las sábanas o el contacto íntimo con nuestra pareja, según explica Kennedy.
Para Shelley Carson, profesora de Psicología en la Universidad de Harvard, las personas creativas también deberían ducharse por la mañana, ya que este estado de activación y alerta del que hablaba la doctora Janet K. Kennedy puede "ponerte en estado óptimo de creatividad".
Beneficios de ducharse por la noche
La mayoría de expertos se decantan por pasarse un agua por las noches. En el artículo de The New York Times, la doctora Kennedy explica que "en sincronía con los ritmos circadianos (los cambios físicos, mentales y de conducta que siguen un ciclo diario, y que responden, en gran medida, a la luz y la oscuridad en el ambiente de un organismo), el cuerpo tiende a enfriarse de forma natural por la noche a medida que se acerca nuestra hora de dormir. Al ducharnos, contribuimos a elevar de forma artificial nuestra temperatura corporal lo que ayuda a un enfriamiento más acelerado que estimula el sueño".
Por lo tanto, según esta profesional, un baño por la noche nos ayuda a relajar nuestro cuerpo, a liberar la tensión muscular y a conciliar mejor el sueño. Lo mismo opinan desde la Sociedad Española del Sueño. Para ellos, asociar baño nocturno con un buen sueño es lo habitual en nuestra cultura. De hecho, desde siempre, los adultos siempre bañamos a los niños por la noche para que vayan mejor a la cama. Y si se sigue haciendo así será porque funciona...
El doctor Carlos Egea, miembro de la Sociedad Española del Sueño, lo explica muy bien en unas declaraciones a El País. "Iniciamos el sueño una vez que baja la temperatura corporal. Una ducha que no supere los 38 grados puede aportar, tras un día de ajetreo o ejercicio, un efecto relajante y ayudar a disminuir los grados", detalla.
La ya mencionada Shelley Carson, profesora de Psicología de Harvard, también confirma que una buena ducha nocturna favorece al sueño porque reduce los niveles de cortisol, la hormona que tiene que veer con el estrés, por lo que nos ayuda a estar más tranquilos y relajados.
¿Y para nuestra piel, qué es mejor?
En general, una ducha por la noche es la mejor opción. La razón principal es porque nos permite irnos a la cama con la piel limpia, y así evitar que la suciedad que se ha ido metiendo en nuestros poros a lo largo del día acabe provocándonos acné. Además, es por la noche cuando nuestro cuerpo y nuestra piel se recupera del ajetreo de todo el día, por lo que una ducha entonces puede ayudarle a hacerlo y que nuestro cutis esté más hidratado.
Cuando hablamos de lavar el cabello por la mañana o por la noche, aquí hay que tener mucho en cuenta si nos va a dar tiempo de que se seque por completo antes de meternos en la cama. Si no es así, las consecuencias pueden ser fatales, ya que pueden aparecer hongos, puede favorecer la aparición de la caspa o puede que te levantes con el cabello lleno de enredos. Para los dos primeros problemas no hay mucha solución, nos la vamos a jugar. Para el último, si te haces una trenza floja, aguantarás el cabello y evitarás los nudos y las formas raras cuando te levantes.
Por contra, si nos lo lavamos por la mañana, como tenemos prisa, cometemos el error de secarlo a temperatura elevada para acabar antes, lo que hace que se estropee mucho más. Así que, lo ideal sería, sea por la mañana o por la noche, tener el tiempo suficiente para que el cabello se pueda secar al aire y, cuando aun esté un poco húmedo, si se quiere, darle forma con el secador a baja temperatura.
Y ahora que se acerca la primavera...
¡Ojo a los que tenéis problemas de alergia! Los profesionales aconsejan que aquellos que sufrís alergías deberías ducharos por la noche. La razón es muy simple, al pasaros un agua evitaréis que los alérgenos que os provocan la reacción acaben en vuestras sábanas y acabe provocando que vuestras noches sean terribles debido a los estornudos y/o picores. Debes acabar con el polen antes de meterte en la cama, y la mejor opción es una ducha.