Las medidas adoptadas por las autoridades para luchar contra la propagación del coronavirus incluyen serias limitaciones para desplazarse libremente. Por esta razón, millones de personas deben quedarse en casa porque no pueden acudir a sus lugares de trabajo o estudio. Y muchas de ellas, harán teletrabajo o clases online, lo que les hará estar delante de las pantallas del ordenador muchas horas, y con posturas mucha más relajadas que las que se tienen en la oficina...
Eso se suma a que, al acabar, tampoco podrán salir a la calle a pasear o a que les dé el aire... Por ello, a continuación vamos a indicarte algunas recomendaciones fáciles de seguir para que el teletrabajo no destroce tu espalda, porque, según los médicos, las lumbares y las cervicales son las zonas más críticas para las personas que pasan muchas horas delante del ordenador.
Pero no es la única. Otra parte de nuestro cuerpo que sufre al estar tantas horas sentados son las piernas. Además, hay que tener en cuenta, que, al no andar tanto como suele ser habitual debido a la cuarentena, se puede llegar a perder algo de masa muscular en las extremidades inferiores. Para intentar evitar lesiones de cualquier tipo, las autoridades sanitarias aconsejan que los adultos dediquen al ejercicio dos horas y media semanales. Un simple cálculo nos permite llegar a conclusión de que basta con algo más de veinte minutos al día. Así pues, si tienes entre 18 y 64 años, ese es el mínimo recomendado.
Consejos para que el teletrabajo no acabe con tu salud física
- Para comenzar, puedes caminar por tu domicilio… ¡y no solo para ir a la nevera y volver al sofá! Deja atrás la pereza y muévete. Tu salud y tu silueta te lo agradecerán.
- Evita estar parada. Y si, mientras teletrabajas, debes estar estática, mejor de pie que sentada. Por supuesto, no está prohibido sentarse… Eso es siempre mejor que tumbarse. ¡Ahí está el peligro!
- Si tienes que estar sentada, una buena opción, y que recomiendan algunos expertos, es hacerlo sobre las grandes pelotas que se emplean en actividades como pilates. Se llaman fitballs y, con ellas, a la vez de sentirte cómoda, no pararás de moverte. Y es que está comprobado: cuanto más te muevas, menos dolores tendrás, por mucho tiempo que pases en el despacho de tu casa o en la oficina que hayas improvisado en el comedor o la cocina de tu hogar.
- Si estás pensando que ya hemos llegado a la solución ideal, estás equivocada. Esta no es la postura perfecta, porque la postura perfecta… no existe. Lo mejor es cambiar y cambiar. Cada cuerpo es distinto del resto y es imposible llegar a remedios universales.
- Aprovechar cada paréntesis o descanso en tu jornada laboral para levantarte, desplazarte, dar zancadas, hacer flexiones, sentadillas, estiramientos, subir y bajar escaleras, etc.
Todo eso lo puedes hacer cada cuarto de hora, cada veinte minutos… Por tu bien, no tardes más de una hora en levantarte de la silla o moverte un poco. Sería perfecto que todo el mundo tuviese en casa una bici estática o una cinta. Pero, como no es así, hay que ser imaginativas para hacer gimnasia con prudencia y equilibrio, sin forzar tu cuerpo y evitando a toda costa las lesiones, todavía más en estos días en los que los hospitales están atendiendo otro tipo de urgencias.